Esta tarde el presidente del Senado, Camilo Escalona (PS) hizo un llamado al teatro Caupolicán, a fin de que considere la opción de negarse a facilitar el recinto para realizar el homenaje programado para este fin de semana, dado que a juicio del parlamentario "esto viola y atropella profundamente las bases de la convivencia nacional y del Estado de Derecho democrático que hemos levantado".
Tras reunirse con organizaciones representantes de derechos humanos, Escalona dijo que "yo solicitaría, humildemente, a los propietarios del Teatro Caupolicán, que cancelaran el contrato, porque a los familiares, en las reuniones que ha habido, ellos le han señalado que el contrato inicial era para exhibir una película y, claramente, los propósitos de este acto no son para mostrar una película, sino que son las de justificar el terrorismo de Estado y hacer una apología de la violencia que se ejerció contra miles de familias chilenas en el período 1973 a 1989".
"Asumiendo el derecho internacional humanitario que el Estado de Chile también ha asumido, condeno profundamente este acto y llamo a las autoridades y a las personas que estén comprometidas a crear las condiciones para que este no se realice. En especial, solicito humildemente, de los propietarios de esta instalación, que cancelen este contrato. Esto sólo siembra el odio y la discordia en nuestro país", aseveró.
El legislador PS detalló que "estas organizaciones, que tienen como propósito la búsqueda de verdad y justicia y, al mismo tiempo, la existencia en nuestro país de una memoria histórica sana, frente a las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el período 1973-1989, han venido a manifestar su congoja, al advertir que lo inesperado y lo sorprendente una vez más está ocurriendo en nuestro país. En este caso, un homenaje al terrorismo de Estado en la persona de Pinochet y a los militares que están cumpliendo largas condenas de cárcel, precisamente por haber sido las piezas o los instrumentos a través de los cuales se llevó adelante esta persecución y eliminación de los opositores políticos en tal período".
"Para las familias es un hecho enteramente inexplicable, insólito, que se enaltezca la figura de quienes cometieron estos crímenes y, al mismo tiempo, no pueden sino que reaccionar con un sentimiento de completa desprotección y desamparo, cuando la autoridad política del país señala que esto es propio de la democracia", aseguró.
Por lo anterior, detalló que "quiero hacerme parte de las palabras (de los familiares de las víctimas) y compartir sus juicios, en el sentido de valorar como profundamente desafortunadas las declaraciones del ministro secretario general de gobierno, porque no es propio de la democracia enaltecer a los criminales que ejecutaron el terrorismo de Estado. Eso no es democrático. Eso da legitimidad a crímenes que no se deben repetir en nuestro país".
Según acotó, desde "el año 1990 para acá hemos avanzado, poco a poco, en construir un nuevo clima y un entendimiento entre civiles y uniformados y establecer una nueva convivencia. Pero eso no se puede profundizar abriendo nuevamente las heridas y generando dolor en las familias de las víctimas".
"Aquí se va a llevar a cabo, sin lugar a dudas, una apología de la violencia, se va a enturbiar el clima en el país, se va a generar un momento de profundo dolor para las víctimas. Por lo tanto, se están sembrando semillas de odio, que después afectan profundamente la convivencia nacional", sentenció.