El Presidente de Egipto, Mohamed Morsi, ordenó por decreto que el Ejército asuma los poderes de seguridad en el país, incluyendo el arresto de civiles, hasta el anuncio de los resultados del referendo sobre el proyecto de Constitución, previsto para el sábado. El decreto entró en vigor a partir de hoy.
"Las fuerzas armadas apoyan a los servicios de policía en total cooperación para mantener la seguridad y proteger las instalaciones vitales del Estado por un periodo temporal hasta el anuncio del resultado del referéndum sobre la Constitución", indica la norma publicada hoy en el diario oficial con el nombre de "Ley 107".
El decreto, es la consecuencia de los enfrentamientos y las manifestaciones multitudinarias de los últimos días en El Cairo entre partidarios y detractores de Morsi, muchos de ellos de los Hermanos Musulmanes, la organización a la que perteneció el Presidente.
El Ejército, que dirigió Egipto desde la caída de Hosni Mubarak, en febrero de 2011 y hasta las elecciones presidenciales del pasado mes de junio, quiere mantenerse neutral en la crisis de las últimas semanas e hizo un llamado al diálogo entre ambas partes.
Los responsables militares aseguraron la semana pasada que "no tolerarían" que se deteriore la situación.
Desde el jueves los tanques y las fuerzas armadas están desplegados en los alrededores del palacio presidencial en El Cairo pero no han tomado hasta ahora ninguna acción contra los miles de manifestantes en el lugar.
La oposición, formada mayoritariamente por grupos seglares, liberales y de izquierda, considera que el borrador de la nueva Constitución no garantiza libertades fundamentales como la libertad religiosa o los derechos de las mujeres y recorta además la independencia del poder judicial.
A pesar de las protestas, Morsi decidió seguir adelante con el referéndum, que según el Presidente es la garantía para seguir con la transición política tras los 30 años de régimen autocrático de Mubarak.
CONCESION
El Presidente hizo una concesión el sábado y aceptó anular un decreto, promulgado el mes pasado, que ampliaba y blindaba sus poderes, algo que la oposición considera insuficiente.
Ayer el principal grupo de oposición, el Frente de Salvación Nacional (FSN), convocó nuevas manifestaciones en El Cairo para rechazar el referéndum del 15 de diciembre.
"No reconocemos el borrador de constitución porque no reconoce al pueblo egipcio", dijo un vocero del FSN, Sameh Ashur, en una conferencia de prensa.
"(Seguir adelante con este referéndum), en esta situación explosiva, con la amenaza de las milicias de los Hermanos Musulmanes, significa que el régimen abandona sus responsabilidades", añadió.
En los últimos días los manifestantes no sólo pidieron la anulación del decreto y del referéndum sino también la dimisión del Presidente.
Por su parte los Hermanos Musulmanes convocaron una nueva manifestación el martes en El Cairo para apoyar el referéndum y a Morsi.
"Convocamos una manifestación el martes con el lema 'Sí a la legitimidad'" dijo a AFP un vocero de la organización, Mahmud Ghozlan, que considera que es el pueblo el que tiene que decidir si aprueba o no el proyecto de constitución.
Si fuera rechazado, Morsi prometió un nuevo borrador elaborado por 100 personas que serían elegidas directamente por el pueblo y no entre los miembros del parlamento, dominado por los islamistas.