La mayor reestructuración en la historia del banco HSBC fue necesaria para simplificar la compleja estructura de la entidad y su amplio alcance geográfico, que lo hacían atractivo a los delincuentes que lavan dinero, dijo su presidente ejecutivo.
"Nuestra estructura no era apta para los propósitos en un mundo moderno", dijo Stuart Gulliver a los legisladores este miércoles en una investigación sobre el sector bancario británico.
HSBC fue multado en diciembre por US$1.900 millones, la mayor suma que pagó alguna vez un banco, tras una pesquisa estadounidense sobre sus operaciones mexicanas y estadounidenses que plantearon duras críticas a sus sistemas contra el lavado de dinero.
Los laxos controles permitieron que dos carteles movieran ganancias de la droga por US$881 millones a través del banco, según los fiscales de Estados Unidos.
"Para ser honestos, nuestra impronta geográfica se hizo muy atractiva para las organizaciones delictivas transnacionales, ya sean de origen terrorista o delictivo", dijo Gulliver.
Después de tomar el mando en el inicio del 2011, el CEO centralizó el control y creó operaciones de negocios globales, asumiendo gran parte del control de manos de los gerentes regionales.
"Es el mayor cambio organizativo en esta firma desde 1865 y lo hicimos para lidiar con las debilidades", dijo el ejecutivo.
Los problemas de HSBC en México se derivaron de su adquisición de Grupo Financiero Bital en 2002, que fue comprado barato debido a que enfrentaba dificultades.
El presidente de HSBC Douglas Flint dijo que el banco actuó muy lentamente para mejorar sus sistemas y controles.
"Hubo cosas de las que no teníamos conocimiento, y estándares que creíamos que se estaban aplicando, pero no era el caso", dijo Flint.