El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se declaró hoy vencedor de las primeras elecciones presidenciales directas del país y apeló a superar las diferencias para abrir una nueva etapa de reconciliación en el país euro-asiático.
"A partir de hoy, con una nueva comprensión de la reconciliación nacional, quiero construir un nuevo futuro subrayando nuestras similitudes", declaró Erdogan en un discurso ante miles de partidarios que lo jalearon en el centro de Ankara.
"Todos los ciudadanos de este Estado, tanto musulmanes, como cristianos, kurdos, alevíes, suníes, griegos o armenios, todos somos ciudadanos de Turquía", agregó.
"Esto significa unidad dentro de la pluralidad", indicó el primer ministro.
Desde el balcón de la sede de su partido, agradeció a los ciudadanos que lo eligieran como 12º presidente de la República Turca, y calificó el día como "histórico", al ser la primera elección directa del jefe del Estado.
"Doy las gracias a todos los que votaron, no importa si votaban por mí o por los demás", subrayó, para apelar a dejar atrás "las viejas discusiones" y caminar hacia "un gran consenso".
"Hoy se cierra un periodo y se abre otro nuevo, una nueva etapa feliz para Turquía y nuestra nación", destacó.
Erdogan agregó que los partidos de la oposición debían de reconsiderar su posición y sus críticas, al igual que él, dijo, reflexiona sobre "cada éxito y fracaso".
El todavía primer ministro aseguró que estas fueron las novenas elecciones consecutivas que ganaba su partido y que la oposición debía pensar en lo mucho que ha mejorado Turquía durante su etapa de doce años como jefe de Gobierno.
"Voy a ser el presidente de 77 millones, no solamente de quienes me votaron", subrayó.
Erdogan ha sido acusado en el pasado por la oposición de polarizar la sociedad turca, al utilizar de forma reiterada un "nosotros" islámico y patriota frente a un "ellos" dirigido contra quienes criticaban su forma de gobernar.
Esta polarización ha aumentado desde que en verano de 2013 estallaran unas protestas antigubernamentales lideradas en gran parte por las clases laicas urbanas, ante lo que definían como una forma cada vez más autoritaria de dirigir el país.
La Comisión Electoral turca confirmó la victoria por mayoría absoluta -51,8 por ciento- de Erdogan con el 99 por ciento escrutado, por lo que sucederá al saliente presidente Abdulah Gül para un mandato de cinco años.
Su rival más cercano, el académico Ekmeleddin Ihsanoglu, obtuvo el 38,5 por ciento y el activista kurdo Selahattin Demirtas, el 9,8 por ciento, según el diario Hürriyet.
Ihsanoglu ya felicitó a Erdogan por su victoria y le deseó "éxito" en su próximo cargo, en una breve declaración a los periodistas en Estambul.
El presidente de Turquía tiene poderes limitados y un papel más bien ceremonial, aunque Erdogan ha subrayado que quiere emprender una reforma legal para otorgar más poder al jefe del Estado.
Para esa reforma se requiere un cambio constitucional que solo sería posible con una amplia victoria del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que lidera Erdogan, en las elecciones legislativas de 2015.
Para enmiendas constitucionales se requiere el respaldo de dos tercios del Parlamento turco.