Desde que asumió la presidencia de Empresas CMPC, en abril de 2016, Luis Felipe Gazitúa, ha visitado cinco veces Perú. Esta semana de nuevo pisó suelo peruano, para inaugurar una nueva planta de tissue en las cercanías de Cañete, al sur de Lima, fábrica en la cual la compañía -a través de su filial Protisa- invirtió US$ 140 millones y producirá 54 mil toneladas de papel. La ceremonia contó con cerca de 500 invitados y con la presencia del Presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski. Fue la primera vez desde 1995 que CMPC, la compañía emblema del grupo Matte, contó con la presencia de un mandatario en el estreno de un centro productivo fuera de Chile. La última vez había sido en Argentina, donde asistió Carlos Menem.
Desde los 90 que CMPC no hacía una inauguración de la relevancia de ésta, con la presencia de un Mandatario. ¿A qué responde?
La puesta en marcha de esta planta es una oportunidad muy valiosa, porque estoy convencido de que las empresas privadas en general en Chile, están juzgadas negativamente porque no se conoce lo que hacen. Los estándares de exigencias de todo tipo, ambientales, de seguridad, en las compañía chilenas son estándares mundiales y eso se tiene que conocer. Además, en los tiempos actuales, en que las comunidades y la opinión pública son mucho más exigentes, donde hay más escrutinio sobre las cosas, uno tiene que mostrar lo que hace. Y esta inauguración ofrece la oportunidad de comenzar con un plan que tenemos diseñado que consiste en abrir nuestras plantas. Vamos a hacer un plan piloto en algunas plantas. Estamos trabajando en eso, muy probablemente vamos a partir en Chile.
¿La política de puertas cerradas que históricamente caracterizó a CMPC fue un error?
Esto en ningún caso es una mirada crítica a lo que la compañía ha hecho antes, porque simplemente uno tiene que mirar en la historia hacia atrás, esta compañía tenía un gran prestigio y reputación, y tenía un estilo como todas las compañías en Chile, más bien de bajo perfil, y que estaba acorde a esos tiempos. Eso hoy día, en nuestra opinión, no es compatible con las exigencias de la opinión pública.
¿Es el sello de Luis Felipe Gazitúa?
Es evidente que un nuevo presidente significa una mirada distinta. El anterior presidente estuvo 40 años en la compañía, hizo una tremenda labor, y es parte del grupo controlador. Este es el sello del directorio que presido y de la administración.
¿Este plan es para revertir el costo en imagen que ha sufrido la compañía por el caso colusión?
Esto no tiene por objeto superar desconfianzas, sino mostrar lo que hacemos y eso puede contribuir, eventualmente, a que haya una mejor mirada sobre la empresa- Pero no es una respuesta directa a ninguna cosa en particular.
"Perú es más predecible"
¿Cuál es el atractivo del mercado peruano para CMPC?
Estamos en Perú hace 22 años, hemos invertido del orden de US$ 400 millones y a través de esas inversiones, hemos llegado a ser el líderes del mercado del papel tissue. La razón de por qué seguimos apostando por el país, es porque el consumo per cápita de papel tissue al año es del orden de 5 kilos por habitante. En Estados Unidos es mayor a 20 y en Chile, 12 kilos. En la medida que el PIB y el ingreso per cápita de Perú crezcan, es inevitable que el consumo de tissue por habitante va a crecer.
¿Vendrán nuevas inversiones?
Efectivamente, podemos duplicar la capacidad actual. Este sitio se compró en este lugar, porque había posibilidades de desarrollo industrial, porque hay agua, el segundo insumo más importante para producir papel. Y aquí tenemos derechos de agua suficientes hasta para tres máquinas papeleras; hoy tenemos la primera, y lo iremos desarrollando a medida que la demanda lo requiera.
¿En qué horizonte de tiempo?
La producción de esta máquina, que son 54 mil toneladas al año, incialmente serán para abastecer el mercado peruano, que irá tomando crecienteme mayor proporción, y además queremos que Perú sea una plataforma para el resto de los países andinos de la región, como Ecuador, Colombia y Bolivia. En la medida que vayamos copando la capacidad, vamos a ir creciendo en ella. El horizonte pueden ser dentro de cinco o seis años.
¿Hoy cuánto pesa Perú para CMPC?
En el negocio de tissue en total vendemos como compañía alrededor de US$ 1.000 millones, y en Perú unos US$ 300 millones. Esa relevancia debería ir incrementándose en el tiempo, hay espacios para seguir creciendo.
En términos regulatorios, de obtención de permisos, ¿Perú es más atractivo para invertir que Chile?
Desde el punto de vista de las exigencias regulatorias, ambientales y de seguridad, Perú es tanto o más exigente que cualquier otro mercado, pero, sin hacer una comparación negativa, nuestra experiencia aquí es que la permisología, la actitud de las autoridades, es mucho más predecible. O sea, si uno hace lo que le piden, si cumple con las exigencias, obtiene los permisos.
Es decir, ¿hoy hay más certezas en Perú que en Chile?
Así es. Perú es más predecible, da más certezas, porque si a uno le exigen llegar a un estándar alto y uno lo cumple, uno va a tener la certeza de que podrá concretar y desarrollar su proyecto. Perú no es más relajado, no es más fácil, pero es más predecible y eso da una garantía al inversionista.
CMPC es la tercera mayor fabricante de celulosa del mundo, la octava en tissue a nivel global y la segunda en tissue en Latinoamérica. ¿Se definen como una multinacional o como un actor latinoamericano?
Somos una compañía multilatina, desde el punto de vista de la producción, pero vendemos en 45 países.
¿Ser una multinacional en materia productiva es un aspiración?
En el directorio que yo presido, hemos estado trabajando durante este año en jornadas de reflexión estratégica, en los tres negocios en que estamos, celulosa, tissue y packaging, jornadas de días completos, reflexionando sobre el futuro, mirando las oportunidades que hay, para pensar esta compañía para los próximos 10 años. Y en vista de esa reflexión, es probable que surjan oportunidades o miradas de ampliar nuestros horizontes. Las fronteras de CMPC para crecer no tienen límites, pero por ahora, no tenemos ningún plan de salir de estos ocho países.
¿Eso puede significar ir más allá de Latinoamérica e incluso salir del continente?
En estas jornadas de reflexión estratégica que estamos haciendo pueden aparecer oportunidades en otros lugares. Esta compañía tiene un tamaño que le permite aspirar a mucho más.
¿Y a qué aspiran?
No queremos parecer arrogantes, pero esta es una compañía que ha tenido un desarrollo extraordinario, hoy tiene un tamaño de escala mundial, estándares de nivel mundial. ¿Qué viene al futuro? En eso estamos trabajando, no podemos detenernos. Dado que en términos relativos somos más chicos afuera, el potencial mayor para crecer está fuera de Chile.
¿Y en lo más inmediato, oportunidades más cercanas?
Tenemos una masa forestal importante en Argentina, que se compró hace muchos años, pero por diferentes circunstancias en Argentina no ha habido la facilidad o oportunidades de desarrollarlo. Ahora, hay un cambio sobre la mirada de las inversiones, y eso permitiría en algún minuto trabajar sobre eso. Y en materia de celulosa, el principal productor del mundo es Brasil, nosotros tenemos una planta ahí de gran tamaño y estamos viendo oportunidades de crecer en masa forestal, pensando en que en algún momento podría venir una segunda planta.
¿El foco será Argentina y Brasil?
La administración está estudiando presentar al directorio proyectos para invertir en dos máquinas papeleras, una en Argentina y otra en Brasil, porque el crecimiento del consumo de esos países hace que pensemos que si queremos mantener nuestra participación y seguir creciendo, hay que aumentar la producción. En México acabamos de terminar una inversión, por tanto, vendrá un poco más atrás.
¿Serán inversiones para 2018?
Nosotros esperamos que la administración presente esos proyectos en los próximos meses, y una vez que se aprueben, si las rentabilidades son adecuadas, debieran estar funcionando entre 18 y 24 meses.
¿Inversiones de qué envergadura?
Del orden de US$ 100 millones. cada una. En ambos casos, estamos pensando que serían en sitios que tenemos ya.
"No hemos perdido la preferencia del consumidor"
A fines de octubre se cumplen dos años desde que se destapó la colusión en el mercado del papel tissue. Usted, tras asumir la presidencia, dijo que CMPC debía ponerse de pie nuevamente. En este tiempo, ¿la compañía lo ha logrado?
Hemos hecho todo lo que razonablemente pensamos que correspondía hacer, desde que estos dolorosos hechos se descubrieron. La compañía actuó desde el minuto en que detectó qué estaba ocurriendo. Establecimos un plan de cooperación sin ninguna cortapiza y hemos hecho los cambios que nos parecían razonables para tratar de evitar que estos hechos se produjeran en el futuro: cambio en el gobierno corporativo, nuevos ejecutivos en la primera línea, procedimientos más estrictos en control interno, capacitación sistemática y permanente. Si eso significa ponerse de pie, es un juicio que nosotros no podemos hacer, es algo que tiene que mirar la opinión pública. Nosotros estamos enfocados al futuro de la compañía.
Internamente, ¿hoy cómo está en ánimo? ¿Están más robustecidos?
Definitivamente estamos más fortalecidos, pero, primero, eso ocurre por el paso del tiempo, el tiempo es la mejor cura para todas las heridas; y segundo, por las cosas que hemos hecho. No tengo dudas de que el ánimo, el espíritu, la moral de la compañía hoy día es mejor que hace un año atrás, pero tampoco tengo dudas de que todavía a nuestros trabajadores los desafían y les cobran los $ 7.000.
¿Qué fue lo más difícil: el juicio de los pares, de los consumidores o del mercado?
Todas las anteriores. Para una compañía como CMPC, que tenía un alto nivel de reputación, que tenía una historia, una imagen en la opinión pública y en los consumidores de hacer las cosas de acuerdo a los mejores estándares, descubrir que en su gente había estas prácticas fue algo muy doloroso en todos los frentes.
¿Podrán algún día recuperar ese prestigio y credibilidad?
Eso no depende de nosotros, eso depende del juicio de los consumidores.
En este tiempo, ¿la percepción del consumidor ha cambiado?
Si uno mira los datos objetivos, hoy en Chile tenemos la misma participación de mercado que teníamos antes de que se descubriera la colusión. Si uno quisiera poner la cosas frías, podríamos decir que no hemos perdido la preferencia del consumidor, pero el problema no se juega ahí, porque la reputación es más que eso y tiene que ver con la percepción de la gente de la forma cómo uno hace las cosas. Y eso no depende de nosotros, depende de quién nos juzga. Lo que tenemos que hacer es tratar de hacer la cosas lo mejor posible.
¿Qué lecciones y aprendizajes les dejó el caso?
Lo central es que esta es una compañía que creció muy rápidamente basada en un estilo de entregar mucha confianza a la gente. Al final, cuando uno tiene una compañía multilatina que está establecida en ocho países, la confianza en las personas no basta. Uno tiene que tener mecanismos de control, sistemas que aseguren que la gente está en sintonía.
¿Y mayor rotación en los cargos?
He escuchado a personas que tuvieron grandes responsabilidades en la compañía en años anteriores y que no estuvieron involucrados en estos hechos, que una cosa que harían distinta es haber tenido más rotación, eventualmente traer más gente desde afuera.
¿Una lección de humildad también, de no creerse infalibles?
Las compañías grandes, en general, tienen una manera de pararse frente a las cosas donde se sienten un poquito autosuficientes y eso, efectivamente, aquí puede haber ocurrido.
¿Hoy puede asegurar que lo ocurrido no se volverá a repetir?
Lo único que uno puede asegurar es que hemos hecho todo lo que nos parece razonable para evitar que una cosa como esta ocurra.
Está pendiente la sentencia del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. ¿Qué esperan del fallo?
Entendemos que debiera salir pronto. Entregamos toda la información, la prueba y el testimonio que apunta a demostrar que nuestra compañía estuvo coludida durante una cantidad de años con una compañía de la competencia, y esperamos que el TDLC determine que eso fue lo que ocurrió.
¿Y que descarte la tesis de la coacción a SCA (Ex Pisa)?
Efectivamente. Es un argumento que no tiene mucho sustento.
La sentencia reabrirá las heridas y de nuevo pondrá el caso en la agenda pública y a la empresa en el foco de la crítica. ¿Sienten que podrán cerrar el capítulo? ¿Dar vuelta la página?
Tenemos que ser conscientes de que estos hechos son parte de la historia de la compañía y cada vez que alguien googlee a CMPC, va a encontrar la palabra colusión. Lo que estamos haciendo es que cuando pase el tiempo la gente reconozca que después de estos hechos lamentables y dolorosos, nosotros hicimos todo lo que correspondía para que no se volviera a repetir, pero la colusión es parte de nuestra historia, no la podemos borrar. Dar vuelta la página es una manera un poco arrogante de olvidar el tema, pero esto no se va olvidar, va a quedar en los anales.