Tras conocerse la designación de Claudia Peirano como subsecretaria de Educación, diversos representantes del movimiento estudiantil demostraron su rechazo al nombramiento por la postura de la futura autoridad ante la gratuidad, y el vínculo de su ex esposo con sociedades educacionales.
Takuri Tapia, presidente de la Feusach se sumó a las críticas y señaló que "en torno a cómo se venía dando la política educacional de la Concertación, esta elección materializa los conflictos de interés al interior de ella al haber alguien que tiene relación directa con colegios particulares subvencionados".
Asimismo, agregó que "esté quien esté hoy dentro del Ministerio de Educación hay que ser claros que al final, la lógica y el esbozo del programa que tuvo Bachelet siempre fue con una mirada de dejar mucho en el aire y que no planteó cuestiones fundamentales y concretas en su programa".
"Trabajan en una lógica contraria en base a un modelo de educación basado en el mercado y no en principios tan importantes como lo es la integralidad, la inclusividad y sobre todo, de cómo se busca un sistema en el que las comunidades (...) también se hagan cargo de esa educación y no sólo haya una mirada vertical del Estado a los colegios", señaló Tapia.
Al ser consultado sobre posibles medidas que podría tomar la Confederación de Estudiantes, señaló que la renuncia de la subsecretaria no está por ahora dentro de las demandas del movimiento estudiantil, pero que "nosotros nos juntamos en marzo nuevamente para ver el tema con la Confech pero (...) el tema principal para nosotros es que nuestras demandas sean escuchadas y que se trabaje en esa lógica de escuchar al movimiento estudiantil los cambios que propone y los cambios que quiere demandar".