El presidente estadounidense, Barack Obama, enfrentando el clamor público para acabar con un desempleo de dos dígitos, anunciará el martes nuevas medidas para impulsar el empleo y confrontar un desafío que ha golpeado su popularidad.

Tras promover un foro sobre el empleo y visitar el corazón industrial de Estados Unidos la semana pasada, Obama anunciará nuevos fondos para construir carreteras y otras obras de infraestructura, medidas para estimular a las pequeñas empresas a contratar personal y nuevos descuentos impositivos para recompensar a quienes remodelen sus viviendas para hacerlas más eficientes en energía, dijo un funcionario.

"No creemos que haya una fórmula mágica, un plan, un discurso o una medida singular de legislación que por sí sola resuelva el desempleo de dos dígitos", dijo el funcionario en un comunicado.

La Casa Blanca, preocupada por el alto déficit fiscal, también ha dicho que las nuevas medidas no representan un segundo paquete de estímulo, implicando que cualquier costo asociado a las medidas adicionales será modesto.

El desempleo en el país se redujo ligeramente al 10% el mes pasado, pero los estadounidenses siguen ansiosos en torno a la economía, lo que se refleja en una baja en la popularidad de Obama hasta el 50% o menos, y opacando potencialmente las perspectivas de su Partido Demócrata en las elecciones legislativas de medio término el próximo noviembre.

Bajo el fuego de los republicanos por los rescates creados cuando ese partido controlaba la Casa Blanca, Obama también ha sido presionado por los demócratas en el Congreso para que considere el uso de parte del dinero previamente destinado al plan de rescate bancario de 700.0000 millones de dólares que ha sido devuelto a las arcas públicas.

Obama dijo que parte del dinero del Programa de Alivio para Activos en Problemas, o TARP por sus siglas en inglés, será utilizado para reducir el déficit presupuestario récord, pero que está abierto a otras opciones.

"La cuestión es determinar su hay aproximaciones selectivas que sean consistentes con las metas originales del TARP, por ejemplo asegurar que las pequeñas empresas siguen recibiendo préstamos que serían apropiados para acelerar el crecimiento del empleo y me estaré ocupando de eso mañana", dijo Obama el lunes.

El discurso de Obama en Washington será este martes a las 11.15 hora local (1615 GMT).

El Departamento del Tesoro dijo el domingo que el TARP costará a los contribuyentes cerca de 200.000 millones de dólares menos de lo estimado previamente.

Los republicanos se oponen a desviar este dinero de la reducción del déficit y Obama está consciente del peligro de no confrontar la caída récord en el presupuesto del país, que alcanzó 1,4 billones de dólares en el año financiero que terminó en septiembre.

EL PROBLEMA DEL DEFICIT
Obama dijo el jueves en un foro sobre el empleo en la Casa Blanca que la mejor manera de reducir el déficit en el corto plazo era impulsando la creación de empleos y el crecimiento. Pero también enfatizó en el riesgo de ahuyentar a los inversionistas si el país no logra mejorar su posición fiscal.

Obama firmó una ley de gasto de emergencia de 787.000 millones de dólares en febrero y busca evitar medidas adicionales asociadas a un segundo paquete de estímulo económico mediante los dos tercios de este dinero que aún no se ha gastado.

Como resultado, se espera que se centre en iniciativas de bajo costo que no aumentarían significativamente el déficit.

El funcionario dijo que Obama anunciaría medidas para ayudar al crecimiento de las pequeñas empresas y a que contraten nuevo personal, dinero fresco para carreteras y ferrocarriles, puentes y túneles y puertos y aeropuertos, y un nuevo programa para dar descuentos a consumidores que refaccionen sus viviendas para hacerlas más eficientes energéticamente.

No obstante, el funcionario sostuvo que "el discurso no representa la totalidad de nuestros planes para la continuidad de la recuperación económica", sugiriendo que más medidas podrían implementarse.

Obama también ha mencionado exenciones impositivas para estimular a las compañías a agregar personal, haciéndose eco de medidas que parecen haber ayudado a Alemania a evitar un fuerte avance del desempleo pese haber experimentando una severa recesión el año pasado.