Como un paso de "extraordinaria ascendencia" calificó el Presidente Sebastián Piñera la promulgación de la ley antidiscriminación, normativa que luego de siete años en el Congreso fue firmada esta jornada en una ceremonia en el Palacio de La Moneda.

En la cita participaron los padres de Daniel Zamudio, joven de que falleció tras recibir una severa golpiza de parte de un grupo de neonazis por su condición de homosexual. El ataque generó numerosas muestras de solidaridad y aceleró el debate de una ley que había estado detenida en el Congreso por más de siete años.

Precisamente respecto de este punto, el Presidente Piñera dio un saludo a los padres del joven fallecido y manifestó que "no podemos olvidar que fue sólo después del cruel asesinato de Daniel Zamudio, quien murió a manos precisamente de la discriminación, el odio y los prejuicios, que Chile se decidió a dar este paso para construir una sociedad más justa, más inclusiva, más acogedora para cada uno de nuestros compatriotas".

También asistieron a la actividad varios ministros, organizaciones civiles como el Movilh y la Fundación Iguales, y representantes de las comunidad Judía y de la etnia Mapuche.

"La sociedad chilena está mucho más consciente de los perjuicios que las discriminaciones causan en quines las sufren y que está mucho menos dispuesta a ignorar o guardar silencio frente a estos hechos", agregó.

El Mandatario destacó los aspectos más relevantes de la iniciativa (ver recuadro), entre ellos la definición del concepto de "discriminación arbitraria" y la creación de una figura judicial para que quienes sufran de ella puedan pedir medidas reparatorias y sanciones para quienes las produzcan.

Piñera además, agradeció el apoyo de parlamentarios, el rol de Ricardo Lagos -quien presentó el proyecto en 2005-, a los ministros Chadwick y Larroulet en la tramitación del proyecto, a las organizaciones civiles "por el trabajo incansable y a veces tremendamente corajudo...y gracias al sacrificio de Daniel".

Como parte de la presentación de la ley, los comunicados entregados a la prensa contaron con sus respectivas traducciones a la lengua mapudungún y al sistema braille como forma de inclusión.