El Presidente polaco, Lech Kaczynski, ratificó hoy en Varsovia el Tratado de Lisboa, con lo que el texto de reforma de la Unión Europea (UE) debe ser firmado ya sólo por el Presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, para poder entrar en vigor.
El tratado es un "cambio a la calidad" de la UE, dijo Kaczynski y agregó que está convencido de que el "experimento funcionará". El Presidente polaco agregó que el tratado se firmó en el marco de la república de Polonia, "que es y será soberana" y dejó claro que, a pesar de que se colabore estrechamente, la UE seguirá siendo "una unión de Estados nacionales soberanos".
El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, destacó por su parte la importancia del tratado, "porque nos da un nuevo impulso". "Nuestros ciudadanos no están muy interesados en los tratados pero sí en lo que los políticos podemos hacer por ellos", añadió el presidente del Parlamento.
Además de Buzek, en la ceremonia de ratificación en el palacio presidencial de Varsovia participaron también el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, así como el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, en representación de la presidencia de turno de la UE.
Buzek subrayó además su confianza en que en un "plazo no muy lejano" los 27 países miembro de la Unión hayan ratificado el documento para que éste puede entrar en vigor aún este año.
"El tratado es importante para Polonia y para Europa", agregó. También Reinfeldt apuntó a la necesaria ratificación checa, ya que el continente no puede permitirse "retrasos", señaló.
Durao Barroso apuntó que el tratado muestra una visión compartida de Europa y cierra la primera etapa de la ampliación comunitaria.
A este respecto, Kaczynski pidió que la UE no se cerrara a la entrada de nuevos miembros como Ucrania o Georgia. "Estoy profundamente convencido de que éste no será el final. Dentro de poco Croacia se unirá pero no puede ser el último país" en hacerlo, añadió el líder polaco.
El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, dijo que su país tuvo menos dudas que otras naciones a la hora de apoyar el tratado porque "la intuición, el conocimiento y la experiencia histórica dice a los polacos que la auténtica seguridad y soberanía estará mejor garantizada en una unión".
Un pequeño grupo de manifestantes se reunieron fuera del palacio presidencial portando banderas polacas y un ataud en el que podía leerse "independencia y soberanía".
Las dos cámaras del Legislativo polaco habían aprobado el tratado ya en abril de 2008. Kaczynski había anunciado después que esperaría a que Irlanda se pronunciaran en un segundo referéndum sobre el texto, que recibió el "sí" de los irlandeses la semana pasada.
Según los analistas, el Presidente polaco retrasó anteriormente a propósito la ratificación en un intento para negociar una mejor posición de Polonia en la UE. Algunos analistas apuntan que Kaczynski ha empleado la ratificación como moneda de cambio en su lucha de poder con el primer ministro del país y principal rival político.
Polonia es el penúltimo país miembro de la UE en ratificar el tratado. Para que el documento pueda entrar en vigor, es necesaria aún la firma del presidente de la República Checa, el euroescépctico Vaclav Klaus.