Dos días después del atentado suicida que costó la vida a seis personas en una comisaría de la república rusa de Daguestán, el Presidente ruso, Dmitri Medvedev, aseguró hoy que los rebeldes que luchan en la región del Caúcaso deben ser "liquidados sin piedad".
"En lo que concierne a los bandidos, nuestra política sigue siendo la misma: deben ser aniquilados de forma contundente", aseguró Medvedev en un encuentro con el jefe de los servicios secretos rusos, Alexander Bortnikov, del que se hizo eco la agencia de noticias estatal Ria Novosti.
Los extremistas armados deben ser "liquidados sin piedad", añadió el mandatario ruso.
El pasado miércoles, al menos seis personas murieron y otras 19 resultaron heridas, algunas de gravedad, tras un atentado suicida en Daguestán.
Según las informaciones, el atacante intentó irrumpir con un vehículo cargado con 100 kilos de explosivos en el patio de la comisaría ubicada en Majachkalá, la capital daguestaní. La fuerte detonación creó un cráter de un metro de profundidad y causó daños en un radio de 300 metros, según la agencia de noticias rusa Interfax.
Además, un miembro de las fuerzas de seguridad leales al Kremlin murió hoy en Majachkalá, supuestamente a manos de islamistas que le dispararon frente a la puerta de su casa, según informaron fuentes oficiales.
Este ataque se produce después de que dos rebeldes murieran en una acción policial en Daguestán. En los últimos meses aumentó la violencia tanto en esa república como en las vecinas Chechenia e Ingushetia, donde fundamentalistas musulmanes continúan luchando para conseguir la creación de un emirato caucásico independiente.