El Presidente ruso, Dmitri Medvédev, planteó hoy la necesidad de efectuar una profunda modernización económica y tecnológica del país al presentar su segundo mensaje anual sobre el estado de la nación.
"No hemos conseguido abandonar la estructura primitiva de nuestra economía, la humillante dependencia de las materias primas, y no hemos reorientado la producción para atender las necesidades reales de la gente", indicó al intervenir en el Gran Palacio del Kremlin.
Medvédev subrayó que "el prestigio de la patria y el bienestar nacional no pueden basarse indefinidamente en los logros del pasado", de la ya inexistente URSS, a la que Rusia heredó desde la industria del gas y petróleo hasta las tecnologías espaciales y las armas nucleares.
El jefe de Kremlin resaltó que "la costumbre de vivir a costa de las exportaciones frena el desarrollo innovador" de la economía rusa, que resultó más afectada que otras por la crisis financiera global y que sigue siendo "vergonzosamente poco competitiva".
En su discurso, pronunciado ante miembros del gobierno, diputados y senadores, Medvédev indicó que Rusia, para obtener el estatus de gran potencia, necesita una profunda modernización tecnológica basada en los valores y las instituciones democráticos".
"En vez de la economía primitiva basada en las materias primas crearemos una economía inteligente que producirá conocimientos, nuevos bienes y tecnologías útiles para la gente", manifestó en su intervención, transmitida en directo por la televisión estatal.
Agregó: "En vez de la sociedad arcaica, en la que los líderes piensan y deciden por todos, y nos convertiremos en una sociedad de personas inteligentes, libres y responsables".
Medvédev consideró "inviables" las corporaciones estatales creadas por su antecesor en el Kremlin, el actual primer ministro Vladímir Putin, y dispuso "optimizar la presencia del Estado en la economía".
El jefe del Kremlin subrayó que su discurso se basa en un artículo que él había publicado hace dos meses para adelantar las tesis de su mensaje a la nación y conocer las reacciones y sugerencias de políticos, expertos y ciudadanos de a pie.
Ya en aquel artículo el líder ruso había expuesto las líneas maestras de su plan para modernizar el país, superar sus males sociales seculares y acabar con el rezago económico y la gran dependencia de la exportación de materias primas.
El presidente planteó asimismo la necesidad de combatir la corrupción y modernizar el sistema político ruso, tras destacar que las instituciones democráticas en el país, "cuya calidad está lejos de la ideal, ya "han sido creadas y son estables".
Añadió que "el sistema político se renovará y perfeccionará mediante la libre competencia de formaciones políticas abiertas" y también prometió algunos cambios para liberalizar la legislación electoral.