El régimen de Damasco "no caerá", afirmó hoy el Presidente de Siria Bashar Assad, en otra jornada de violencia en el país, con bombardeos gubernamentales que causaron 173 muertos, según la oposición. 

En una entrevista con el semanario egipcio Al Ahram el Arabi que aparecerá mañana, citada y adelantada por la agencia de noticias oficial Mena, Assad aseguró que "la oposición no logrará" su objetivo de tomar el poder y dijo que el cambio en Siria no puede llegar "eliminando" al Ejecutivo.

El mandatario afirmó que en su país no se repetirá "el escenario libio" y atacó a Turquía, Qatar y Arabia Saudita por su respaldo a la oposición siria.

La única vía de salida a la crisis "es el diálogo con la oposición", sostuvo Assad. "La oposición armada practica el terrorismo contra todas las expresiones del Estado y la solución no podrá más que venir a través del diálogo interno", indicó.

El mandatario dijo que la puerta del diálogo está abierta y que en varias ocasiones propuso una amnistía para quien depusiera las armas.

Los Comités de Coordinación Local cifraron hoy en 173 las personas muertas en Siria.  Aparte de los 55 fallecidos en Ayn Issa, tras un bombardeo a una bencinera, en Aleppo hubo 35 víctimas mortales, y en Homs, 32.  También se registraron 24 muertos en Damasco, 14 en Hama, 6 en Dayr az Zor, 5 en Idlib y 2 en Derá. 

Justamente en la capital siria, un helicóptero cayó hoy en un suburbio del nordeste y estuvo a punto de causar una tragedia aérea al rozar a un avión de pasajeros, refirieron la agencia de noticias oficial siria Sana y la televisión estatal.