El Presidente de Siria, Bashar al Assad, se comprometió hoy a cooperar con "cualquier esfuerzo que apoye la estabilidad en Siria" y a dialogar con las distintas fuerzas políticas, tras declaraciones entregadas por la agencia oficial Sana, luego de su reunión con el canciller ruso, Sergei Lavrov.

Assad, afirmó que su país cooperó desde el principio con la misión de observadores de la Liga Arabe -suspendida por la continuación de la violencia-, pese a los intentos de algunos países árabes de obstaculizar este proceso.

Una de las medidas estrella en el plan de reformas del mandatario sirio es una cambio constitucional que supuestamente garantizará el pluripartidismo, ya que hasta ahora solo está admitido el partido gobernante Baaz.

La noticia de que la comisión constitucional ya ha finalizado sus trabajos fue difundida en paralelo con la llegada de Lavrov, al que decenas de miles de personas recibieron en la carretera del aeropuerto, en una nueva muestra del apoyo con que todavía cuenta el régimen en Damasco.

El borrador de la carta magna deberá ser sometido en la primera semana de marzo a un referéndum popular, según el calendario anunciado por Assad en enero pasado.

Assado reiteró que Siria respaldó los esfuerzos para buscar una solución a la crisis, así como el cumplimiento del plan árabe de noviembre pasado, que estipulaba el cese de la violencia y la retirada de las tropas de las ciudades, entre otros asuntos.

Sin embargo, no hizo referencia a la última hoja de ruta de la Liga Arabe, que le pide traspasar los poderes al vicepresidente y la formación de un gobierno de unidad nacional.

En su reunión en Damasco con Lavrov, Assad agradeció a Rusia su veto el pasado sábado a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU contra su régimen, así como el apoyo ruso al "diálogo y las soluciones nacionales".

Lo cierto es que el régimen se queda solo en la escena internacional y Moscú, afianzado como el último aliado de peso que le queda a Damasco, trató hoy de lanzar un salvavidas al gobierno que pueda evitar el descenso imparable hacia una guerra civil.

La retirada de los embajadores de los principales países de la Unión Europea y del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que se sumó hoy a las anunciadas ayer por Washington y Londres, ha dejado todavía más aislado a un régimen que se enfrenta a sangre y fuego al levantamiento de la población en muchas de sus ciudades.

Para el presidente sirio, la escalada en las amenazas de algunos países contra Damasco indica que estos "no tienen en consideración los intereses del pueblo sirio ni su visión de efectuar reformas internas sin la injerencia extranjera".

Previamente Lavrov adelantaba el compromiso de Assad para llevar a cabo "un diálogo en el que participen representantes del Gobierno, la oposición y figuras independientes".

El titular de Exteriores ruso aseguró, además, que su país no tolerará una intervención extranjera para solucionar la crisis y que el presidente sirio está "totalmente comprometido con el cese de la violencia, independientemente de donde provenga".

Fuentes diplomáticas occidentales confirmaron a Efe que la decisión de llamar a consultas a los embajadores fue tomada en bloque por los mayores países de la UE, pero que la actividad en las legaciones continuará por ahora con normalidad.

HOMS

Sin embargo, mientras en la capital se ofrecían salidas a la crisis, el régimen assadista mantenía el asedio para la castigada ciudad de Homs.

El Ministerio del Interior no dejó lugar para dudas acerca de sus intenciones al anunciar que "continuará la persecución de los grupos terroristas armados que operan en Homs".

Las autoridades sirias acusaron en un comunicado a esos "grupos terroristas" de la escalada de la violencia en las últimas semanas, e insistieron en que continuarán su ofensiva "hasta recuperar la seguridad y la estabilidad en la ciudad".

Homs volvió a ser un día más el escenario de los peores bombardeos del régimen, en una estrategia de hostigamiento que comenzó el pasado viernes con los disparos de morteros y obuses desde los carros de combate.

Según los opositores Comités de Coordinación Local, al menos 25 personas murieron hoy por la represión, catorce de ellas en Homs y otras siete en Madaya, una localidad en la periferia damascena que, según sus habitantes, también está siendo objeto de asedio militar.