Lo ha dicho en innumerables ocasiones: la lealtad es algo esencial para él. Donald Trump lo señaló durante la campaña -"amigos, soy una persona leal"-, también hace algunos años, cuando dijo que era lo más importante al momento de contratar a alguien, y en uno de sus libros, Think Big: Make it Happen in Business and Life, al señalar que es una de las cosas que más valora.

No por nada quienes integran su círculo íntimo son también sus asesores, como su hija Ivanka y su yerno, Jared Kushner. "Pongo a las personas que son leales a mí en un alto pedestal y los cuido muy bien", escribió en el libro.

Por eso no es de extrañar que a James Comey, a quien sacó de la jefatura del FBI el martes pasado, le hiciera prometer, a sólo siete días de haber llegado a la Casa Blanca, su lealtad hacia él. Ambos se reunieron a finales de enero en una cena privada. De acuerdo a The New York Times, mientras cenaban el mandatario le preguntó si es que se mantendría fiel a él. Pero Comey no quiso hacer esa promesa.

Según le contó a otros funcionarios -con la condición de no discutirlo públicamente mientras fuera director del FBI- le dijo al Presidente que siempre sería honesto, señala el Times, pero no en los términos que esperaba Trump. Según Comey, el mandatario volvió a insistir más tarde en este punto. "Lealtad honesta", le señaló Trump. "Tendrá eso", le respondió Comey. Por tradición, los jefes del FBI se mantienen como figuras independientes. La Casa Blanca negó la versión del Times.

En una entrevista con NBC el jueves, Trump señaló que el tema de la lealtad nunca había surgido. El mandatario sostuvo que en ese encuentro Comey le había pedido mantenerse en su cargo como director. Además, dijo que él mismo le había preguntado si es que se encontraba siendo investigado por los contactos de su equipo de campaña con los rusos. Según Trump, Comey le habría dicho que no.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, señaló hoy que el episodio de la lealtad no era cierto y el jefe de Estado tenía "lealtad con su país".

Durante la mañana de hoy, Trump volvió a su plataforma favorita: Twitter. Allí le advirtió a Comey sobre filtrar cualquier información a la prensa. "A James Comey más le vale que no haya cintas de nuestras conversaciones antes de que él comience a filtrar a la prensa" escribió. El tuit sonó como una amenaza, algo que la administración desmintió, e hizo sugerir que podían haber conversaciones grabadas entre ambos.

El Presidente además indicó que podría cancelar las conferencias de la Casa Blanca, las que se llevan a cabo de manera diaria. Según él, nadie debe esperar que el gobierno entregue información completamente exacta. Esto, luego de que la Casa Blanca anunciara que el director del FBI fue despedido por recomendación del fiscal general y su número dos, mientras Trump dijo haber decidido despedir a Comey sin considerar las opiniones.

En medio de esta tormenta, los abogados de Trump mostraron que sus declaraciones de impuestos, las que se ha negado a exhibir, no muestran ingresos de fuentes rusas o deudas con Moscú, con la "excepción" de US$ 95 millones pagados por un multimillonario ruso por una propiedad del mandatario en Florida y US$ 12,2 millones en pagos relacionados con Miss Universo en Moscú, en 2013.