"Me uní a Uber por su misión y el desafío de crear una compañía de alcance global, pero quedó claro que las creencias y el acercamiento al liderazgo que han guiado mi carrera son inconsistentes con lo que vi y experimenté en Uber". Con esa frase Jeff Jones anunció su renuncia a la presidencia de Uber, tras haber sido nombrado hace seis meses para asumir el cargo.
El segundo hombre a cargo de la empresa, tras el CEO y fundador de la startup Travis Kalanick, habría vinculado su decisión con el nombramiento de un nuevo Oficial en Jefe de Operaciones, un cargo que buscaba quitar responsabilidades a la presidencia para enfocarlo en la corrección de la imagen pública de una empresa que en los últimos meses sólo ha sabido de escándalos y traspiés.
Desde enero de este año, más de 200 mil personas han borrado la aplicación en Estados Unidos tras la creación de un movimiento llamado #DeleteUber, que comenzó como una protesta por la inclusión de la empresa dentro del panel de tecnología del gobierno de Trump, pero que terminó denunciando las conductas machistas que se han estado filtrando por parte de los mismos trabajadores de la compañía. Además, Kalanick se vio involucrado en un escándalo en el cual terminó insultando a un chofer de su propia compañía y que para su desgracia, quedó grabado en la cámara de seguridad del auto.
Por si fuera poco, Google, a través de su compañía de automóviles inteligentes Waymo, está demandando a Uber por haber contratado a un ex empleado de ellos quien se habría robado datos claves para la construcción de un sistema de radar que terminó siendo aplicado en parte de la flota autónoma que lanzaron a prueba el año pasado.
Y así como la imagen de Uber se está dañando, dentro de la empresa los ánimos tampoco han mejorado, ya que junto a Jeff Jones, seis ejecutivos de la empresa también han renunciado, incluyendo el jefe del laboratorio de Inteligencia Artificial, el director de ingeniería en el Centro de Tecnologías Avanzadas de la compañía, el Vicepresidente de productos y un directivo vinculado al equipo de conducción autónoma.
La compañía ya contrató a Eric Holder, quien fue Abogado General durante el gobierno de Obama para ver como se pueden solucionar los problemas internos de una empresa cuyo principal rival ya no son los taxis.