El presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, se negó hoy a recibir a uno de los líderes de la oposición, Vitali Klitschkó, quien rechazó entonces participar en la reunión del grupo de trabajo para solucionar la actual crisis política en el país.
"Vine a reunirme con Yanukóvich para demandar el cese de la escalada de violencia y dar los primeros pasos para el arreglo de la grave crisis política. Y resulta que el presidente estaba ocupado", afirmó Klitschkó a la prensa local.
El opositor, líder del partido Udar (Golpe), añadió que "el centro de Kiev lleva dos días en llamas y el presidente está sentado a dos manzanas de aquí y ni se entera".
Klitschkó acudió a la Administración Presidencial para reunirse con Yanukóvich, pero el secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, Andréi Kliúyev, le dijo que el jefe del Estado estaba ocupado.
Yanukóvich, quien ha advertido de que los disturbios de los últimos días amenazan con desestabilizar no sólo Kiev, sino toda Ucrania, estaba reunido con el primer ministro, Nikolái Azárov.
Klitschkó había demandado celebrar negociaciones directas con Yanukóvich para encontrar una salida a la crisis tras los enfrentamientos violentos que estallaron en el mitin opositor del domingo pasado.
Mientras, Arseni Yatseniuk, líder del principal partido opositor, Batkivschina (Patria), planteó hoy nuevas condiciones para resolver la crisis.
"A estas alturas, lo básico es replegar los fuerzas de seguridad del centro de la ciudad, frenar la violencia, revocar el paquete de leyes dictatoriales y la dimisión del Gobierno", afirmó.
El nuevo detonante del descontento opositor fue la reciente aprobación de un paquete de leyes que coartan la libertad de reunión al prohibir la instalación de tiendas, altavoces y escenarios en lugares públicos y permitir la detención de manifestantes ataviados con cascos o máscaras.
Yatseniuk culpó al silencio y la inacción de Yanukóvich de que las protestas pacíficas desembocaran en violentos choques que han dejado cientos de heridos, entre manifestantes y agentes del orden.
"Debido a que el presidente calla y se esconde desde hace dos meses, tenemos lo que tenemos. La gente lo ha recibido como el derecho de pasar de las protestas pacíficas a las no pacíficas", dijo.
Las escaramuzas entre manifestantes y efectivos antidisturbios continuaron esta mañana por tercer día consecutivo en el centro de la capital, pero según pasaban las horas, la situación pareció haberse calmado, aunque ambas partes mantienen sus posiciones en la calle.
La línea que los separa se ha trasladado desde la Plaza de la Independencia, bastión opositor desde hace dos meses, a las inmediaciones del estadio del Dinamo de Kiev.
De momento, el Gobierno ha negado que estudie la posibilidad de implantar el estado de excepción para poner fin a los desórdenes.