A casi tres semanas del referendo en el que se impuso la opción de salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) y que generó la renuncia del primer ministro conservador David Cameron, la maquinaria del Partido Conservador se activó y finalmente se unió detrás de Theresa May, que este lunes fue proclamada líder de la colectividad y asumirá el miércoles como premier. Como primera tarea, May deberá acelerar la implementación del Brexit.

La hasta ahora ministra de Interior, de 59 años, fue designada después de que su única rival en la carrera por dirigir la formación "tory", la "brexista" Andrea Leadsom, renunciara a su candidatura.

"Durante esta campaña mi argumento se ha basado en tres cosas. Primero, la necesidad para un liderazgo fuerte para que nos lidere a través de lo que serán momentos económicos y políticos difíciles e inciertos; la necesidad de negociar el mejor acuerdo para que Reino Unido abandone la UE y para forjar un nuevo rol de nosotros en el mundo", dijo May, que será la segunda mujer en gobernar el país después de Margaret Thatcher (1979-1990). "Brexit significa Brexit y vamos a tener éxito", agregó.

May, que obtuvo el apoyo de 199 de los 330 diputados conservadores en la segunda ronda del proceso interno del partido y no necesitará someterse a una votación entre los afiliados conservadores,  recibirá a un país polarizado producto del resultado del referendo del 23 de junio, en el que la opción del Brexit se impuso con 52% de los votos. Además, debe hacerse cargo de una colectividad también muy dividida tras la consulta.

Según la prensa británica, Leadsom - que decidió retirarse después de un fin de semana de grandes presiones políticas- señaló que no tenía el suficiente respaldo de los parlamentarios conservadores para seguir en carrera. La cadena BBC explicó que Leadsom quedó cuestionada después de sus declaraciones al diario The Times, al afirmar que ella era una mejor candidata para convertirse en primera ministra porque tenía hijos, aludiendo a May, que no posee ninguno.

"Andrea Leadson falló esta prueba. Bajo la presión -que es inevitable en la política, especialmente cuando se busca llegar al más alto cargo- ella no brilló. En vez de demostrar su sabiduría, seguridad, ella reveló inexperiencia e instintos pobres", señaló Rachel Sylvester, columnista del Times.

Sorpresa

El diario londinense sostuvo que el gobierno británico había sido tomado por sorpresa y no esperaba que la transición llegara tan pronto. Cameron pretendía que su retiro se concretara el 9 de septiembre, por lo que ya se estaba planificando una salida. Sin embargo, en la conversación que sostuvo ayer con la prensa dijo que su renuncia se concretará mañana después de su comparecencia ante los Comunes.

En una columna, el diario The Guardian indicó que desde el comienzo May tendrá una presión constante de parte de aquellos que están mirando y esperando que traicione el veredicto del 23 de junio.

En medio de dudas sobre la implementación del Brexit, May había dicho que si llegaba a asumir el poder en octubre, no tenía intención de activar, al menos, hasta finales de 2016 el artículo 50 del Tratado de Lisboa, en el que se regula el proceso de salida del bloque.

En ese sentido, el diario The Independent señaló que la ministra ahora enfrenta una serie de tareas formidables. Pese a los llamados de los liberales demócratas y los verdes, May ya ha señalado que no realizará una elección general. "Una decisión que va muy en la línea con su temperamento cauteloso", dice el diario.

"Algunos hubieran preferido que el futuro primer ministro usara sus credenciales como abogado por la permanencia en el bloque (en vez de ser escéptico), para ofrecerle a los británicos una elección apropiada entre un paquete con medidas Brexit y el puesto de Reino Unido como Estado miembro de la UE. Ella parece haber descartado esto, retóricamente, al decir 'Brexit es Brexit'", señaló The Independent.

Por otro lado, la guerra continuaba en el seno de la oposición laborista, después de que la diputada Angela Eagle anunciara su candidatura para desplazar  a Jeremy Corbyn del liderazgo de la formación opositora. Esta candidatura abre la vía a nuevas elecciones para designar al jefe del  partido, en el cual las divisiones se han visto exacerbadas por el Brexit.