Un grupo de presos de un penal en el estado brasileño de Sergipe tomó como rehenes a 122 personas, casi la totalidad de ellas familiares de prisioneros, informó la madrugada del domingo un vocero del penal.
"Son 118 familiares y 4 agentes penitenciarios rehenes. El motín es sólo en un pabellón del penal. Todo está tranquilo por ahora y las negociaciones se retomarán temprano el domingo", dijo Sandra Melo, portavoz de la administración del penal Advogado Jacinto Filho, ubicado en la ciudad de Aracaju.
Los hechos ocurren a 26 días del inicio de la Copa del Mundo y en medio de una lluvia de protestas por reivindicaciones salariales y oposición a los altos costos que demanda el Mundial (12 de junio al 13 de julio), aunque Sergipe no es una sede del torneo.
Según Melo, el motivo del motín aún no ha quedado claro, pero se presume que los presos sentenciados reclaman un traslado de penal. El recinto alberga a un total de 476 reos, y el motín se produjo en un pabellón que alberga a 123.
"La policía ya se instaló en el penal", aseguró Melo, quien representa a Reviver, la empresa privada que coadministra el penal junto con el estado de Sergipe.
Pese a la situación, la policía considera a los familiares retenidos como "potenciales rehenes", según dijo el comandante general de la policía militar de Sergipe, Mauricio Iunes, al portal de noticias G1.
"No creemos que los detenidos vayan a lastimar a sus propios familiares. Ahora, los agentes penitenciarios sí son rehenes porque están siendo amenazados allí adentro", explicó. De acuerdo con el comandante, es probable que algunos familiares incluso podrían estar allí para proteger a los presos.
En Brasil hay actualmente 548.000 presos y hacen falta 207.000 plazas suplementarias para evitar el hacinamiento, según la ONG de derechos humanos Conectas, que trabaja en el tema carcelario.