Un creciente aumento en la cantidad de personas beneficiadas y de recursos entregados, registran los préstamos médicos que entrega el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), desde 2010. Se trata de un sistema al que pueden acceder los usuarios del seguro público que utilizan la modalidad "libre elección" (prestaciones que se entregan en el sector privado) y para quienes se atienden en el ámbito institucional (red pública).

La directora de Fonasa, Jeanette Vega, sostiene que la idea de este programa es "asegurar  la protección financiera de nuestros beneficiarios", es decir, disminuir el pago de bolsillo que deben hacer a los centros privados, cuando la cobertura de parte del seguro público es baja y requieren una ayuda económica adicional para cubrir el total de la cuenta.

El programa de préstamos médicos es poco conocido entre los afiliados, pero -de acuerdo a un balance solicitado por la Ley de Transparencia-, ya han sido beneficiadas 72.772 personas entre 2010 y octubre de este año. Además, la cantidad de usuarios que han solicitado la ayuda ha ido en aumento: mientras en 2012 fueron 11.585 personas; este año ya van 15.360 afiliados.

Según Fonasa, los usuarios beneficiados están registrados en los grupos B,C, y D del seguro público, es decir, poseen capacidad de pago. En cambio el grupo A, no requiere de estos dineros, pues su atención es gratuita.

Los recursos entregados ascienden a $ 34 mil 400 millones en los últimos cuatro años. En tanto, los montos recaudados por la institución, es decir, los devueltos por los usuarios, corresponden a $ 25 mil 856 millones, en el mismo período (ver infografía).

Rony Lenz, consultor en el área salud y ex director de Fonasa, plantea que este programa se implementó para ayudar, inicialmente, a los pacientes que compraban el servicio de diálisis, pues en los años '90 no existía dicha prestación en la red pública. "Resultaba un tratamiento caro que, muchas veces, los enfermos no podían pagar. De todos modos, no se seguía cobrando porque se entendía que era un subsidio", señala Lenz.

La directora de Fonasa añade que el seguro público es "solidario, por tanto, el objetivo es asegurar que ninguna persona se quede sin protección de salud, por falta de recursos".

David Debrott, director del Instituto de Análisis de Políticas Públicas, explica que los préstamos se concentran en dos áreas: en intervenciones quirúrgicas y "días cama", donde los prestadores privados pueden cobrar un arancel libremente "lo que lleva a que muchos deban pedir recursos para financiar sus tratamientos tras una operación".

Retornos

La Dirección de Presupuestos realizó la última auditoría al programa en 2002.  En esa fecha, la entidad afirmó que el plan de Fonasa es beneficioso para afiliados de bajos ingresos, pero alertó que se requerían mejoras en el pago de las deudas contraídas, pues la recuperación de préstamos llegaba a un 19% del total entregado ese año y, en el caso de las atenciones de hemodiálisis, la devolución  sólo llegaba al 4,21% del total.

Además, se cuantificó que los beneficiarios devolvían el monto solicitado en un plazo de 59 meses, en promedio.

La directora Vega aclara que para mejorar este mecanismo existe la figura del "codeudor solidario", lo que implica que si no responde el afiliado, lo hace un tercero, para asegurar el retorno de los recursos a la institución.

Además, afirma que se ha flexibilizado el modo en que las personas pueden cancelar: es solo un 5% del total de su remuneración, si se trató por una urgencia. En tanto, se debe pagar hasta 10% del salario, si es otro tipo de prestación.

Lenz, agrega que debe haber una actualización de las coberturas que entrega Fonasa en  diversas prestaciones, pues las diferencias que existen entre éstas y los costos reales, lleva a que los usuarios pidan cada vez más recursos para costearlas. Señala que  una de las prestaciones más onerosas  y por la que la gente pide préstamos, es cuando hay una hospitalización. Eso, porque, en Modalidad Libre Elección, Fonasa cubre sólo $ 5.690 y el arancel de esta atención en una clínica privada, de valor medio llega a $ 128.400 de adulto.

"Esto quiere decir que debe haber un mejoramiento de la cobertura del seguro público por este tipo de prestaciones de alto costo", finalizó Debrott.