Una atacante suicida se hizo estallar en un mercado abarrotado de personas en el noreste de Nigeria, en la aldea de Biu, provocando al menos 13 muertos y más de 50 heridos.
La joven kamikaze se inmoló, mientras esperaba conseguir alimentos en un puesto de asistencia. "Hizo explotar la carga mientras comía una banana", dijo uno de los que participaron en el rescate de víctimas.
Tras eso una segunda atacante suicida murió en otro estallido deliberado, que causó varios heridos.
Además de las 13 víctimas, 53 personas quedaron heridas y los dos atacantes murieron, informó Victor Isuku, portavoz de la policía del estado de Borno.
El ataque del sábado tiene las características de los atentados del grupo, que detona bombas usando atacantes suicidas, a menudo mujeres y niñas, en espacios públicos muy concurridos.
La semana pasada, un ataque dejó al menos 50 muertos en una mezquita en el noreste de Nigeria.
El gobierno de Nigeria ha dicho que su plan de largo plazo el noreste del país es dejar a las personas dentro de localidades fortificadas, rodeadas por granjas, y permitir que el resto de la zona rural quede en manos de Boko Haram.
El plan y una serie de mortíferos ataques generan dudas sobre las declaraciones del gobierno y el Ejército de Nigeria, que han dicho en numerosas oportunidades que Boko Haram está casi derrotado.