"Soy inocente... soy inocente", se defendió esta mañana Sebastián Salinas Muñoz (30), el presunto autor de la muerte de las hermanas Ester y Cecilia Salazar Díaz, cuyos cuerpos fueron hallados en un sitio eriazo en Paine en diciembre de 2011.
El sujeto reiteró no tener relación con los hechos mientras era trasladado hasta el Juzgado de Garantía de San Bernardo, donde será formalizado por el delito de doble homicidio calificado.
"Me están culpando por esto, pero soy inocente", alegó el imputado, quien declaró durante el día de ayer en calidad de testigo, en la Brigada de Homicidios Metropolitana.
De acuerdo al relato del subcomisario Pedro Castillo, "hay antecedentes con declaraciones de testigos que lo sitúan en las cercanías donde ocurrieron los hechos, tenemos testigos que vieron el vehículo y hay pruebas e indicios levantados desde el mismo móvil que dan cuenta de la participación de éste (Salinas) en el delito investigado".
"Se hizo empadronamiento a todos los móviles del lugar y ante la negativa de cooperar de este hombre, y sus erráticas versiones respecto de lo que hizo esa noche, permitieron a la fiscalía y a esta unidad investigadora, establecer una hipótesis sobre su participación", agregó.
Según se informó, el detenido -que vive en una zona aledaña al lugar donde ocurrió el crimen- no habría compartido con sus víctimas al inicio de la noche en que ocurrieron los hechos y se habrían reunido luego de terminada la fiesta, de manera circunstancial.
De acuerdo a la policía, la pista clave para dar con el paradero del supuesto autor del doble homicidio fueron las marcas que quedaron plasmadas en la camioneta Chevrolet modelo Traverse que también dejó marcas en los cuerpos de las mujeres.
Salinas -casado y padre de un hijo- tenía antecedentes por estafa, giro doloso de cheques y además era investigado por violación y según su relato, se dedica a la venta de animales, carne y a criar caballos y perros de raza fina.