Tras una breve comparecencia, un juez de Nueva York ordenó prisión para el clérigo islamista radical Abu Hamza, extraditado este sábado a Estados Unidos desde Reino Unido y considerado por Washington como uno de los cerebros de Al Qaeda.
Otros cuatro sospechosos de terrorismo, que fueron extraditados junto a Hamza, se declararon no culpables ante la justicia estadounidense de los cargos de los que se les acusa.
De barba y cabellos canos, Hamza -que perdió sus dos brazos y a quien le fueron retiradas las prótesis- permaneció con la cabeza gacha y en silencio a lo largo de la audiencia, mientras el juez Frank Maas, del Tribunal Federal de Manhattan, le informaba de sus "derechos" y le notificaba los 11 cargos que recaen sobre él.
Hamza, nacido hace 54 años en Egipto y ex imán de la mezquita de Londres, está acusado por el secuestro de 16 turistas en Yemen en 1998 -cuatro de los cuales murieron durante la operación militar para liberarlos-, crear un campo de entrenamiento en Estados Unidos y "fomentar una violenta yihad" en Afganistán.
Un juez le comunicará formalmente el próximo martes en una nueva audiencia los cargos de los que se le acusa.
Sabrina Shroff, abogada que representa a Hamza, pidió al tribunal un calzado especial para su defendido, de lo contrario "no podrá moverse de forma civilizada", así como atención médica por la diabetes que padece.
En la misma corte de Nueva York también comparecieron el egipcio Adel Abdul Bary y el saudí Jaled al Fawwaz, que fueron acusados de conspiración con miembros de Al Qaeda para matar a ciudadanos estadounidenses y atacar bienes estadounidenses en el extranjero.
Bary, de 52 años, también fue acusado de asesinato y conspiración por usar armas de destrucción masiva en los atentados de 1998 contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania, en los que murieron 224 personas.
Los otros dos extraditados, los británicos Babar Ahmad y Syed Talha Ahsan comparecieron ante un tribunal de Connecticut (noreste), quien ordenó prisión para ambos y fijó la próxima audiencia para el 15 de octubre.
Ahmad, de 38 años, y Ahsan, de 33, están acusados de actos relacionados con terrorismo por su implicación con la editorial londinense Azzam Publication, quien presuntamente facilitaba material a activistas chechenos, talibanes y otros grupos terroristas.
Ambos fueron arrestados en 2004 y 2006 respectivamente.
La extradición de Hamza y las otras cuatro personas supone una victoria para Estados Unidos en su lucha contra Al Qaeda.
"Se trata de hombres que estuvieron en el centro neurálgico de las actividades terroristas de Al Qaeda", afirmó el fiscal Preet Bahara en un comunicado.
"Tras años de prolongadas batallas legales, la extradición (...) es un momento decisivo en los esfuerzos de nuestra nación para erradicar el terrorismo", precisó.
El Tribunal Superior de Justicia británico desestimó el viernes el recurso presentado por Hamza para bloquear su extradición y levantó el último obstáculo que quedaba para su entrega a Estados Unidos.
Hamza había sido detenido en agosto de 2004 en Reino Unido en cumplimiento de una petición emitida tres meses antes por las autoridades estadounidenses, y en 2006 fue condenado a siete años de prisión por incitación al asesinato y al odio racial.