Alejandro Vandenbroele, supuesto testaferro del vicepresidente argentino, Amado Boudou, en la presunta compra ilegal de una imprenta de papel moneda en 2010, se negó hoy a declarar ante el juez que instruye la causa, informaron fuentes judiciales.

Vandenbroele estaba citado a comparecer hoy ante el magistrado Ariel Lijo por haber llevado a cabo la compra de la empresa Ciccone Calcográfica, a través de la empresa The Old Fund, con el presunto "fin último de contratar con el Estado nacional la impresión de billetes y documentación oficial". 

El supuesto testaferro se limitó a presentar un breve escrito ante el juez, al que solicitó pruebas sobre los movimientos de dinero de su sociedad y la empresa Compañía de Valores Sudamericana (exCiccone) para respaldar su descargo.

También dijo que más adelante podría ampliar su declaración indagatoria.

Anoche, en una entrevista con el canal de noticias TN, opositor al Gobierno, el vicepresidente argentino aseguró que, "a pesar de los esfuerzos" del magistrado por demostrar su presunto vínculo con Vandenbroele, "esas pruebas e indicios nunca aparecieron, ni existen".

"No conozco a Vandenbroele y reitero que jamás lo vi. Se hablaba de un supuesto vídeo, pero nunca apareció. La verdad que no existe", sostuvo Boudou.

Tras la declaración del vicepresidente argentino este lunes, la próxima semana está citado a acudir a los tribunales su supuesto amigo y socio comercial, José María Núñez Carmona, acusado de participar en la compra de la imprenta de papel moneda junto a Boudou.

También se tendrá que presentar ante el juez, Nicolás Ciccone, extitular de la empresa, quien está citado para el lunes 16.

Boudou, de 51 años, dejó la cartera de Economía tras las elecciones de 2011 para ocupar la Vicepresidencia, pero las denuncias por su presunta implicación en escándalos de corrupción eclipsaron su carrera e hicieron que la presidenta Cristina Fernández lo colocara en un discreto segundo plano.