Las dos personas acusadas de secuestrar y mantener bajo cautividad desde 1991 a una joven que fue localizada este miércoles, afrontarán más de 20 cargos cada una, informó hoy la oficina del fiscal del condado de El Dorado, al norte de California (EEUU).

Phillip Garrido, de 58 años, y su esposa Nancy, de 54, serán acusados de cargos múltiples por secuestro con intento de violación y agresiones sexuales.

Además, Garrido afrontará cargos adicionales debido a su pasado criminal, que incluye condenas por violación y secuestro.

Ambos sospechosos, detenidos bajo una fianza de un millón de dólares por su presunta implicación con el caso, comparecerán hoy a la 1 de la tarde hora local (20.00 GMT) en la Corte Superior de El Dorado.

La víctima del caso es Jaycee Lee Dugard, que tenía 11 años cuando fue raptada en la calle, al sur de South Lake Tahoe y ante los ojos de su padrastro.

La joven permaneció en paradero desconocido desde el 10 de junio de 1991 hasta que se presentó en una comisaría para identificarse y denunciar los hechos, después de que la policía se topara con Dugard mientras realizaban otra investigación.

Dugard tuvo dos hijas con uno de sus presuntos captores, según informó el departamento del sheriff de El Dorado.

Los agentes comunicaron que durante ese tiempo la víctima, ahora de 29 años, dio a luz a dos bebés, cuya paternidad correspondería supuestamente a alguno de sus secuestradores.

Se trata de dos niñas de 11 y 15 años que, según los primeros testimonios, nunca han sido escolarizadas.

"Ninguna de ellas ha ido a la escuela ni han visitado un médico", explicó Fred Kollar, de la oficina del sheriff de El Dorado.

"Todos estuvieron aislados por completo", agregó.

En un registro de la casa de los detenidos los agentes encontraron una zona oculta en la parte posterior del jardín con tiendas de campaña y algunas edificaciones donde, al parecer, la víctima y sus hijas pasaban la mayor parte del tiempo.

"Puedes caminar por el jardín sin saber que había otro habitáculo donde se pudiera vivir. No hay nada que resultara sospechoso", dijo Kollar.

Dugard vivió durante varios años encerrada en ese cobertizo y tuvo allí a sus dos niñas y las crió.

El propio Garrido ya ha mostrado sus primeras impresiones desde la cárcel y en declaraciones al canal KCRA, de Sacramento, afirmó sentirse "aliviado" por su detención.

"Me siento mucho mejor ahora", manifestó. "Esto es un proceso que necesitaba tener lugar", apuntó el sospechoso, quien manifestó que la gente quedará impresionada cuando conozca toda la historia alrededor del suceso.

"Esperen a escuchar lo que ocurrió en la casa. Es algo repugnante que me ocurrió al principio, pero cambié mi vida por completo", manifestó.

Por su parte, el padre de Phillip Garrido declaró al periódico Los Angeles Times que su hijo tiene un largo historial de problemas con las drogas de desórdenes mentales.

"Le están tratando como si supiera lo que estaba haciendo, pero no tenía ni idea de lo que hacía", afirmó Manuel Garrido, de 88 años.

"Está fuera de sus casillas. Es un hombre enfermo", añadió.