Los ocho presuntos secuestradores del mercante de bandera maltesa Arctic Sea decidieron hoy apelar la orden de arresto, mientras las familias de los 15 tripulantes rusos del barco denunciaron que las autoridades aún les impiden comunicarse con ellos.
"Preparamos una queja al Tribunal Municipal de Moscú para pedir la cancelación de la resolución por la que la Corte Basmanni de la capital autorizó el 21 de agosto el arresto de los sospechosos", anunció Alexandr Samodaykin, el abogado de uno de los detenidos.
El letrado precisó que la acusación formal a los presuntos piratas aún no ha sido presentada y que ninguno de ellos se reconoce culpable del secuestro del barco, según la agencia RIANóvosti.
La Corte del distrito Basmani de Moscú autorizó el pasado viernes el arresto de los ocho sospechosos, detenidos por un buque de guerra ruso cerca de Cabo Verde, a bordo del desaparecido Arctic Sea, barco finlandés bajo bandera maltesa y con 15 tripulantes rusos.
Se trata de los ciudadanos rusos Dimitri Bartenev y Andréi Luniov; el estonio Yevgueni Mirónov; el letón Vitali Lepin; tres personas sin ciudadanía Alexéi Buleyev, Igor Borísov y Dimitri Savins, más Alexéi Andriushin, cuya ciudadanía sigue sin establecer, según la agencia Interfax.
Los ocho detenidos que, según filtraciones y a juzgar por sus nombres y apellidos, son de origen ruso, son investigados por "secuestro de personas" y "piratería", y podrían ser condenados a hasta 20 años de prisión.
Los presuntos piratas del Mar Báltico capturados por la flota rusa del Mar Negro son al parecer criminales con antecedentes penales procedentes de Estonia, informó hoy el diario moscovita Komsomolskaya Pravda.
Según este rotativo, varios estonios reconocieron a los "piratas" del Mar Báltico en las fotografías publicadas. Seis de los ocho hombres detenidos por Rusia por piratería por lo visto residieron en uno de los barrios de la capital estonia, Tallín. Asimismo la mayoría de ellos estuvo en prisión por delitos de narcotráfico, agresión física y robo entre 2001 y 2005.
Medios rusos informaron de que entre los sospechosos estaba también un marinero que hace tres años fue declarado muerto, pero cuyo cadáver nunca fue hallado tras el naufragio de su barco pesquero en 2006.
También los 15 marineros rusos continúan bajo custodia de los servicios secretos. Los investigadores comprueban si eran cómplices de los supuestos piratas.
En ese sentido, allegados de los marineros pidieron en una carta ayuda al patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa para "la liberación de la tripulación". "Pedimos su apoyo para que nuestros maridos, hijos, hermanos y padres -los marineros del carguero Arctic Sea- puedan regresar a nuestro lado", demandaron en la carta abierta a Kirill I.
Por el contrario, el portavoz de las autoridades a cargo de la investigación, Vladimir Markin, aseguró que los interrogatorios continúan y que estaban justificados.