Cuatro presuntos terroristas islamistas británicos se declararon culpables de conspirar para llevar a cabo explosiones en Reino Unido y preparar actos terroristas en 2010, entre ellos un atentado contra la Bolsa de Londres.

Los acusados comparecieron ante un juez durante una vista celebrada este miércoles en el tribunal de la Corona de Woolwich, en Londres.

Una lista de objetivos fue encontrada en la casa del cabecilla de la banda, en ella había un directorio con los nombres y direcciones de Boris Johnson, el alcalde de Londres, así como de dos rabinos y de la embajada de EEUU. Tenía en él las letras "LXC", aludiendo a la bolsa de valores londinense.

Un papel roto mostraba un bosquejo de lo que se creía sería un ataque con cartas bombas, según aseguró el diario británico The Daily Telegraph.

Los islamistas capturados el 20 de diciembre de 2010 en redadas coordinadas por la unidad antiterrorista de la Policía de West Midlands, después de meses de vigilancia por parte de las fuerzas del orden y de los servicios secretos británicos MI5.

La pena  de cárcelpara los cuatro hombres inculpados, Mohammed Chowdhury, Shah Rahman, Gurukanth Desai and Abdul Miah, tendría una duración máxima de seis años.

Los islamistas, provenientes de Londres, Stoke y Cardiff y fueron inspirados por Al Qaeda.

En Stoke la banda de origen paquistaní habló acerca de atacar pubs locales y clubs, pero decidieron viajar al extranjero para adquirir más experiencia.

En el este de Londres los bengalíes  Mohammed Chowdhury, de 21 años y cabecilla de la banda, y Shah Rahman, de 29 años, fueron vistos visitando el centro de Londres durante seis horas entre las 15:30 y las 21:30 el 28 de noviembre de 2010.

El grupo fue inspirado por Anwar Al-Awlaki, uno de los líderes de Al-Qaeda en la península arábica que murió por el ataque de un avión no tripulado el año pasado.

Los acusados estuvieron en contacto unos con otros a través de mails o mensajes privados y organizaron reuniones en noviembre y diciembre del 2010 en las que los acusados planearon usar explosivos para atacar lugares importantes en Londres y en todo el país.