Con un arranque completamente silencioso, el nuevo bus híbrido del Transantiago promete dejar atrás la contaminación acústica que provoca el actual transporte público de superficie en la capital. La nueva inversión de Alsacia Express, sería estrenada este mes.
El nuevo bus, fabricado en Brasil, tiene 12 metros de largo, carga un máximo de 108 pasajeros, tiene puertas a ambos lados, cámaras de seguridad y micrófono con alta voz. Sin embargo, lo más llamativo es su funcionamiento.
"Durante los procesos de frenado del bus, hoy día se genera como un 76% de energía, que está liberándose en forma de calor y que no se ocupa. Ahora, con esta tecnología, eso se transforma en un frenado regenerativo y eso genera el proceso de producción de energía eléctrica a través de un generador, que acumula la carga en la batería para después ocupar esa misma carga a través del motor eléctrico", explica José Antonio Margalet, gerente de Volvo buses Chile.
Este concepto de bus híbrido ocupa dos fuentes de poder, en este caso el diésel y el motor eléctrico. Una vez que se utiliza la electricidad en el arranque y la velocidad supera los 20 km/h, comienza a funcionar el diesel, hasta que el motor eléctrico se cargue nuevamente.
"Este tipo de tecnología hace que haya una reducción mínima de un 35% de combustible, lo que genera un ahorro en el mismo porcentaje a nivel de CO2 producido por la quema del diésel, ausencia de ruido durante las partidas y cuando se detiene", añade Margalet.
El director ejecutivo de la Asociación de Concesionarios de Transporte Urbano de Superficie (Actus), Víctor Barrueto, asegura que existe un interés para poder traer transporte cada vez más sustentable al país. "Evidentemente estamos frente a la posibilidad de que la renovación de buses en la actualidad se haga con buses de un estándar, en muchos sentidos, superior a los actuales". Agrega que "el bus híbrido efectivamente tiene posibilidades bien interesantes para el transporte público en Santiago, tanto por la mayor eficiencia energética, es menos contaminante desde el punto de vista de gases, pero también desde el punto de vista de la contaminación acústica".
A pesar de esto, una de las preocupaciones que tiene para las empresas concesionarias, son los altos precios de la nueva tecnología. "Es importante este piloto, porque es una tecnología más cara, pero que podría ser compensado ampliamente con sus características en cuanto al ahorro. Entonces es importante que se ponga un bus como piloto funcionando en la ciudad, con las condiciones de infraestructura para confirmar sus cualidades", añade Barrueto.
Aunque parece una tecnología nueva en temas de transporte público, actualmente existen más de 1.200 unidades de buses híbridos urbanos comercializadas en 20 países. Por ejemplo, 450 están operando en Londres (Inglaterra) y 30 en Curitiba (Brasil). En Bogotá (Colombia) compraron 489 unidades, de las cuales ya están rodando más de 300.
Según José Antonio Margalet, "en ninguna parte del mundo donde operan estos buses híbridos flota por sí solo. Normalmente hay un incentivo a la menor emisión, que son subsidiadas por los sistemas de transporte, por los gobiernos de los países, por el gobierno regional o por los municipios de aquellas ciudades. Aquí, puntualmente el Ministerio de Transportes entregó un valor de 15% de mayor pago por kilómetro recorrido para este tipo de tecnologías, que son de menores o cero emisiones".
Barrueto, en tanto, sostiene que "en los contratos está establecida una cláusula que por mejoras de estas características se podría incluso alargar los contratos, pero creo que dadas las condiciones de Santiago, el Ministerio de Medio Ambiente debiera decir algo y generar incentivos en esa dirección".