Buscando preparar el escenario para un alza del impuesto a las ventas en el futuro, el nuevo primer ministro japonés, Naoto Kan, advirtió el viernes que el país  corría el riesgo de caer en cesación de pagos si no lograba controlar su enorme deuda pública.

Kan, que asumió el cargo después de que su antecesor renunciara sorpresivamente la semana pasada, ha hecho de la reducción de la deuda pública del país, que ya duplica el tamaño de la economía nacional, una prioridad en medio de preocupaciones en los mercados sobre la posición fiscal de Japón.

"No podemos sostener unas finanzas públicas que dependan excesivamente de la emisión de bonos", dijo Kan al parlamento en su primer discurso público sobre su plan de acción.

"Como podemos ver en la crisis de la zona euro que comenzó en Grecia, hay riesgo de una cesación de pagos si la creciente deuda pública es ignorada y si se pierde la confianza en el mercado de bonos", declaró.

Kan habló horas antes de que su ministro de Bancos, Shizuka Kamei, un defensor del gasto público, dijera que renunciaría al gabinete, lo que mejora las posibilidades de que el primer ministro pueda avanzar con una reforma fiscal.

La partida de Kamei remueve un obstáculo, pero la suerte de la reforma fiscal dependerá de los resultados de las elecciones para la cámara alta, previstas para el 11 de julio.

El ministro de Estrategia Nacional, Satoshi Arai, dijo que el Gobierno apuntaba a compilar para el 22 de junio a más tardar un plan de mediano y largo plazo para contener la deuda.

Arai explicó que quería basar el programa en limitar la emisión de bonos del Gobierno en 44,3 billones de yenes (US$484.600 millones) en el año al 31 de marzo del 2012.

Kan, el quinto primer ministro de Japón en los últimos tres años, ha llamado a establecer un debate entre los partidos políticos para discutir la posibilidad de subir el impuesto a las ventas del 5 por ciento, para ayudar a financiar la seguridad social en un país con una población envejecida.    

Las agencias de calificación han advertido que podrían recortar la nota de la deuda de Japón, a menos que el país implemente un plan creíble para mejorar sus finanzas.

Los analistas dudan que el Gobierno pueda obtener una mayoría fuerte en las próximas elecciones, pero las probabilidades del partido oficialista han mejorado desde que Kan reemplazó al impopular Yukio Hatoyama.