"La historia de Homs se está escribiendo con la sangre de sus ciudadanos", afirmó hoy David Cameron, primer ministro británico, quien además alertó que la permanencia en el poder de Basher al Assad podría elevar el riesgo de una guerra civil en Siria.
En una intervención en el Parlamento de Reino Unido, Cameron reveló que había hablado esta mañana con el fotógrafo británico Paul Conroy, evacuado esta semana de Siria, que "describió de una manera vívida la barbarie de la que había sido testigo" en Homs, donde fue herido el 22 de febrero en un ataque en el que murió la periodista estadounidense Marie Colvin.
El primer ministro advirtió de que aquellos que apoyan al presidente sirio con vistas a mantener la estabilidad "están consiguiendo justo lo contrario". "Lejos de ser una fuerza de estabilidad, la continuidad de Assad hace más probable una futura guerra civil", dijo Cameron a los diputados. Además, el premier británico informó que el Reino Unido volverá a intentar esta semana que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una moción que reclame el cese de la violencia en Siria y que pida la entrada de ayuda humanitaria en el barrio de Baba Amro, en Homs, donde se están produciendo los ataques más violentos.
Cameron explicó que Reino Unido ha destinado cerca de $2,4 millones de euros a la entrega de alimentos y medicinas para Siria, pero que existen problemas para hacer llegar la ayuda humanitaria a la zona del conflicto. "Ahora que el Gobierno de Siria ha ocupado Baba Amro, tiene la obligación de permitir el acceso de ayuda humanitaria para aliviar el sufrimiento que se ha causado", indicó.
En este sentido, Cameron señaló que cuanto mas tiempo impida el Gobierno sirio la entrada de la ayuda, "más aumentara la creencia de la comunidad internacional de que se está encubriendo el horror que se ha causado en Baba Amro". Además, explicó que la última cumbre de la Unión Europea acordó la semana pasada que los responsables de las atrocidades en Siria tendrán que enfrentarse algún día a la justicia internacional.