"No permitiremos que una cultura del miedo prevalezca en nuestras calles", fueron las palabras del primer ministro británico, David Cameron, tras la segunda reunión de su gabinete de crisis para evaluar la respuesta a la ola de violencia callejera en Inglaterra, que ha dejado en cuatro días, cuatro muertos y más de mil detenidos, 768 de ellos en Londres.

De hecho la situación mejoró en la capital, luego que fuera practicamente blindada con 16 mil efectivos policiales. Cameron lo atribuye a una respuesta "con firmeza", ante el actual escenario.

En esta línea, la autoridad dijo que la policía podría utilizar métodos más contundentes como carros lanzaguas o balines de goma para dispersar a los causantes de los disturbios, que desde Londres se han extendido a ciudades como Manchester, Liverpool o Birmingham. "Sean cuales sean los métodos que necesite usar la policía, tendrán autorización legal", subrayó.

Cameron lamentó que algunos de los agitadores tengan "12 o 13 años", e insistió en que las cámaras de videovigilancia instaladas en las calles permitirán identificar a los culpables de los disturbios. "Foto a foto, los delincuentes será identificados, arrestados" y encarcelados, precisó. De hecho la policía comenzó a subir a flickr fotos de los saqueadores.

El jefe del Gobierno británico dijo que los disturbios están causados por "una cultura de falta de responsabilidad", tanto de los jóvenes como de sus padres, y que los planes de contingencia de la policía están por ahora abiertos.

"Hemos visto lo peor del Reino Unido, pero creo que también hemos visto lo mejor del Reino Unido, el millón de personas que han firmado en Facebook en apoyo de la policía y se han unido en las operaciones de limpieza de las calles", señaló.

Ayer la ciudad donde se produjeron los incidentes más graves fue Manchester, que según la policía vivió "niveles extraordinarios de violencia" cometidos por "grupos de delincuentes", entre ellos jóvenes de 15 años.

En los altercados en la zona, que incluyeron el suburbio de Salford, se incendiaron vehículos y comercios, que fueron saqueados por grupos de delincuentes la mayoría jóvenes encapuchados.

También se registraron incidentes violentos durante la madrugada en Gloucester, donde adolescentes arrojaron piedras y botellas al igual que en Leicester, donde un centenar de jóvenes atacaron comercios y lanzaron objetos contra los agentes.

POLICIA
Stephen Kavanagh, vicecomisario de la policía metropolitana de Londres, dijo que los efectivos se desplegarán hoy por la noche nuevamente."Esta noche nos vamos a preparar para lo peor de nuevo, es lo que Londres merece", dijo a la radio de la BBC.

"La policía del Gran Manchester afronta niveles extraordinarios de violencia de grupos de delincuentes que tienen la determinación de cometer desórdenes extendidos", dijo el vicecomisario Gary Shewan.

"Esta gente no protesta contra nada, no hay ninguna sensación de injusticia o ninguna chispa que haya desatado esto. Se trata, pura y simplemente, de actos de comportamiento delictivo que son los peores que he visto a esta escala", agregó.

La policía informó del arresto de 113 personas en Manchester y Salford, y de otras 50 en Liverpool. En total, ha habido 770 arrestados -uno de ellos de 11 años, y 167 personas ya afrontan cargos, sobre todo por robos y ofensas al orden público.

PRESUPUESTO
En una arista de lo que sucede, el alcalde de Londres, el conservador  Boris Johnson, pidió hoy a las autoridades británicas dar marcha atrás con el plan de recorte al presupuesto de la policía, tras  los disturbios e incidentes de los últimos días.

"Este no es momento de pensar en hacer recortes sustanciales  al número de policías", declaró Johnson a la radio 4 de la BBC,  y sostuvo que hay que dar a la fuerza de seguridad "el coraje y  el apoyo para que sigan haciendo su trabajo y hagan lo que deben  hacer".

Según Johnson, a un año de los Juegos Olímpicos en la capital  "la ciudad necesita poder darle la bienvenida a los visitantes  de una forma amistosa, abierta y dinámica".

La ministra del Interior, Theresa May, afirmó ayer que el  gobierno reducirá el presupuesto de la policía, sin afectar el  número de agentes en las calles.

En ese sentido, un portavoz de Downing Street, sede del  gobierno británico, afirmó que los disturbios e incidentes "no  afectarán los planes presupuestarios para la policía", que  forman parte de un paquete de reducción del gasto público con el  fin de recortar el déficit.