Tras superar el último desafío interno a su liderazgo laborista y con los sondeos en contra, el primer ministro británico, Gordon Brown, se reúne hoy con su grupo parlamentario, al que pedirá unidad de cara a las elecciones generales de esta primavera.

El líder laborista comparecerá ante sus correligionarios de la Cámara de los Comunes junto a los miembros de su equipo electoral la vicepresidenta del Partido, Harriet Harman, y los ministros Peter Mandelson y Douglas Alexander para exponer su estrategia electoral.

Según adelantan fuentes del gobierno, entre las promesas electorales que anunciará hoy el primer ministro está la de proveer gratuitamente de computadores portátiles y libre acceso a internet a 270.000 familias británicas de bajos ingresos para que puedan seguir mejor el progreso escolar de sus hijos.

Brown dirá hoy que uno de los objetivos de su gobierno es que todos los hogares estén conectados a internet de forma que los padres puedan seguir de cerca los informes escolares sobre el rendimiento de sus hijos y sus eventuales necesidades en materia de educación.

Para facilitar la consecución de ese objetivo, Gordon Brown prometerá dedicar 300 millones de libras (unos 330 millones de euros) a ayudar a aquellas familias que por sí solas no podrían permitirse esa conexión a la red.

"A partir del 2010, todas las escuelas de enseñanza media, y desde el 2012, todas las de básica, podrán informar a los padres vía internet de los progresos de sus hijos", prometerá Brown.

El jefe de Gobierno anunciará también su objetivo de doblar el valor de las exportaciones británicas en materia de servicios de educación superior de forma que sean ese sector sea uno de los de mayor crecimiento este siglo.

Según Brown, miles de millones de asiáticos impulsarán la demanda de esos servicios, algo que ocurrirá a todos los niveles: "desde la enseñanza básica hasta las investigaciones de posgraduados se producirá un crecimiento exponencial de la demanda de educación conforme crezca la economía.

"Y con nuestras universidades de primera, nuestro liderazgo en las industrias creativas y digitales y gracias también al inglés, el Reino Unido puede convertirse en una superpotencia educativa global", se ufanará Brown.

El entusiasmo del primer ministro no es compartido, sin embargo, por sus compatriotas a juzgar por los resultados de un sondeo que publica hoy el diario "The Sun", que suspende a los laboristas en materias como la economía, la educación, la lucha contra el crimen o la inmigración y sólo les salvan por los pelos en sanidad.

Más de la mitad de los votantes encuestados por la empresa YouGov califican de "deficiente" o "terrible" la gestión de los laboristas desde su llegada al poder mientras que sólo uno de cada seis que la consideran "buena" o "excelente".

Aproximadamente un 44 por ciento de los británicos consideran que hoy están peor económicamente que cuando los laboristas sucedieron a los conservadores en 1997 mientras que sólo un 28 por ciento dice haber mejorado.

En materia educativa, uno de cada tres cree que ha empeorado la calidad de las escuelas públicas y sólo uno de cada cuatro opina lo contrario.

Cerca de la mitad opina que la criminalidad ha crecido en los doce últimos años frente a sólo un 15 por ciento que cree que ha disminuido en cambio.

Otro asunto de preocupación para los británicos es la inmigración, de la que más de la mitad piensa que va a crearles problemas a ellos o a sus familias en los próximos años.