Dos ministras del gabinete japonés renunciaron el lunes por el uso dudoso de fondos públicos, en el mayor revés para el primer ministro Shinzo Abe desde que asumió el cargo en 2012.
La renuncia de ambas funcionarias podría complicar decisiones difíciles sobre políticas clave, que incluyen la posibilidad de seguir adelante con un impopular plan de elevar el impuesto sobre las ventas y el reapertura de los reactores nucleares que fueron cerrados tras el desastre de Fukushima en el 2011.
Abe espera contener el daño con reemplazos rápidos de las dos mujeres, pero la oposición apunta ahora a otros posibles ministros vulnerables que fueron designados en una reestructuración de principios de septiembre.
Nuevas renuncias podrían generar dudas sobre el futuro mismo de Abe, dicen analistas políticos.
"Hay más de dos (de otros ministros) que son sospechosos", dijo a periodistas Yukio Edano, segundo al mando del opositor Partido Democrático. "Coordinaremos nuestras acciones entre los partidos opositores, señalaremos los problemas y pediremos explicaciones sobre los otros ministros", agregó.
Edano no identificó a los ministros ni explicó cómo la oposición pedirá explicaciones.
La ministra de Comercio e Industria Yuko Obuchi, de 40 años, hija de un primer ministro y vista como una futura aspirante a convertirse en la primera mujer primer ministro de Japón, anunció en una rueda de prensa su renuncia después de las acusaciones de que sus grupos de apoyo malversaron fondos políticos.
Apenas unas horas después, la ministra de Justicia, Midori Matsushima, también abandonó su cargo.
El opositor Partido Democrático había presentado una denuncia penal en contra de Matsushima, acusándola de haber violado la ley electoral por la distribución a los votantes de abanicos de papel con su imagen e ideas políticas.
Obuchi y Matsushima fueron dos de las cinco mujeres designadas por Abe en una remodelación de su gabinete a principios de septiembre, una medida que buscó aumentar su popularidad y mostrar su compromiso con la promoción de la mujer dentro de su estrategia para reactivar la economía, conocida como "Abenomics".
"Yo las nombré y como primer ministro soy responsable", dijo Abe a la prensa en su oficina. "Me disculpo profundamente con la gente de la nación", expresó Abe, y agregó que quería elegir a los sucesores para ambos puestos dentro de la jornada.
Como jefa del poderoso Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI, por su sigla en inglés), Obuchi tuvo la tarea de explicar un plan impopular de Abe de reiniciar los reactores nucleares a una opinión pública preocupada acerca de la seguridad.
"No podemos permitir que la política económica y la política energética se estanquen en el METI a causa de mis problemas, así que voy a renunciar a mi cargo", dijo Obuchi en una conferencia de prensa televisada a nivel nacional, haciendo una reverencia a modo de disculpa.
Las salidas son las primeras renuncias del gabinete de Abe, quien asumió el cargo en diciembre del 2012 para un inusual segundo mandato, con la promesa de reactivar la economía estancada de Japón y fortalecer su postura de seguridad para hacer frente a desafíos como el fortalecimiento de China.