El primer ministro griego, Antonis Samaras, no logró todo el apoyo que necesitaba para elegir a un nuevo presidente en una segunda ronda de votación en el Parlamento y necesita otros 12 votos en la ronda final la semana próxima para evitar la amenaza de un adelanto electoral.
No se esperaba que el candidato de Samaras, Stavros Dimas, el único candidato, superara la segunda ronda y los 168 votos estaban en línea con las expectativas. El resultado deja muy abierta la decisiva tercera ronda del 29 de diciembre, cuando necesitará 180 votos.
Hubo 131 votos en blanco, que cuentan contra el aspirante, y una abstención.
El Parlamento debe elegir un presidente o habrán de celebrarse elecciones generales a principios de febrero, en las que podría ganar el partido de izquierdas Syriza, que quiere renegociar el rescate internacional griego y desechar las políticas de austeridad de los últimos años.
La segunda ronda de votación se produjo tras una oferta de Samaras el fin de semana para incluir a los independientes en el Gobierno y celebrar elecciones anticipadas a finales del año próximo si Dimas es elegido.
La bolsa griega suavizó las pérdidas en los minutos posteriores a la votación, y el principal índice en Atenas se dejaba un 2,1 por ciento.
Samaras debe concentrarse en ganarse a los independientes y a los diputados rebeldes de los partidos más pequeños.
Tanto Izquierda Democrática, que abandonó la coalición de gobierno el año pasado, como los Independientes Griegos, un partido de ultraderecha contrario al rescate, han dicho que no votarían a favor de Dimas.
Pero no está clara la disciplina que puede imponer a sus miembros y es posible una intensa ronda de presiones y llamadas telefónicas durante la Navidad. Dos legisladores de Izquierda Democrática anunciaron que abandonarían el partido para sentarse como independientes minutos antes de la votación.
Los mercados financieros y los socios europeos de Grecia han seguido la elección presidencial de cerca, pero tras las medidas de crisis de los últimos dos años, la mayoría de los analistas creen que hay menos riesgo de contagio, y la mayoría de la deuda griega está en manos de acreedores oficiales.
Syriza sigue liderando los sondeos de opinión, pero su ventaja se ha estrechado en las últimas semanas y un sondeo el fin de semana pasado le dio una ventaja de 3,4 puntos.
El partido ha adoptado una posición más moderada recientemente, en un intento de asegurar ante Europa que ellos serían un socio negociador responsable y mantendrían a Grecia dentro del euro.
Sin embargo, una victoria supondría un cambio importante en la política de la eurozona, donde por primera vez entraría un gobierno abiertamente opuesto al consenso con Bruselas que ha sido fundamental en la respuesta del bloque a la crisis.