Una semana antes de las elecciones en Egipto y en medio de los disturbios que remecen al país, el premier israelí Benjamin Netanyahu subrayó hoy que "Israel y Egipto tienen interés en preservar la paz y la estabilidad en Medio Oriente", frente a "muchos interesados" en dañarlas.
Israel teme que partidos islamistas obtengan buenos resultados en las elecciones e intenten derogar el tratado de paz de 1979, el primero entre Israel y un estado árabe, según detalla la agencia AP.
El gobierno militar egipcio dijo hoy que no aplazará las elecciones a pesar de las protestas que han dejado un saldo de casi 40 muertos en los últimos días. Para Netanyahu "nada sería mejor para la prosperidad, la seguridad, la paz" que tener vecinos democráticos.
Ayer, Netanyahu habló en el Parlamento contra las revueltas árabes con un lenguaje especialmente duro.
El mundo árabe, a su juicio, "no está avanzando, sino retrocediendo" y la primavera de revueltas se ha transformado en una "oleada islámica, anti-occidental, anti-liberal y antidemocrática". También llamó "cándidos" a los líderes occidentales por las posturas que defendieron a raíz del alzamiento en Túnez y reivindicó la validez de sus temores: "Y yo pregunto hoy: ¿quién no entendía la realidad? ¿quién no entendía la historia?", consignó la agencia Efe.