El Primer ministro italiano, Matteo Renzi, amenazó con renunciar si se bloquea su plan para reducir los poderes del Senado, una parte central de su ambiciosa agenda de reforma constitucional.

En el último paso del impulso reformista de Renzi, el gabinete debe aprobar un borrador de reforma el lunes para transformar el Senado en una cámara sin elecciones, que no tenga poder para aprobar presupuestos o llevar a cabo votaciones de no confianza de un gobierno.

Renzi, que se convirtió en febrero en el tercer primer ministro italiano en un año, ha dicho que sin un cambio en el sistema, el país corre el riesgo de encadenar una serie de gobiernos con poca duración e incapaces de aprobar reformas económicas significativas.

"He puesto toda mi credibilidad en esta reforma, si no tengo éxito, sólo puedo asumir las consecuencias", dijo Renzi, el primer ministro italiano más joven a sus 39 años, al diario Corriere della Sera.

Renzi, líder del centroizquierdista Partido Democrático, hizo una amenaza similar el 12 de marzo mientras presionaba para aprobar un paquete de recortes fiscales para reactivar la lánguida economía italiana, que es la tercera de la zona euro.

Su reforma es una parte clave de una iniciativa más amplia para reducir el enorme aparato político de Italia, que incluye a 950 senadores y diputados -casi el doble de los 535 que integran el Congreso de Estados Unidos, así como varios miles de políticos locales.