El primer ministro italiano, Matteo Renzi, planteó hoy a sus correligionarios del Partido Demócrata (PD) una reforma institucional "histórica" en 2015, para acabar con el "bicameralismo paritario", que calificó de "error".
Renzi se dirigió por carta a los miembros del PD y les aseguró: "En 2015 llevaremos adelante la vía parlamentaria de las reformas constitucionales. Es un trabajo de alcance histórico".
"Daremos claridad al papel de las regiones, eliminaremos los entes inútiles, simplificaremos el proceso legislativo", dijo el primer ministro en su misiva.
El jefe del Gobierno, que cumplirá el próximo 22 de febrero un año en el cargo y al que se le resiste la reforma del Senado prometida a los italianos, dijo que la existencia de esa institución y de la Cámara de Diputados en sus formas actuales fue "el mayor error de la Asamblea Constituyente".
Además, aseguró que este año saldrá adelante la reforma de la ley electoral, una iniciativa que todavía no ha logrado el consenso necesario con la oposición para salir adelante y que en Italia se ha intentado, sin éxito, desde hace años.
"Quien gane (las elecciones) tendrá la mayoría para gobernar sin los chantajes de los pequeños partidos", agregó Renzi, quien además aseguró que saldrá adelante la reforma de la administración pública para conseguir que esta sea "más sencilla y eficiente".
Después de referirse a la reforma laboral -contra la cual los sindicatos mayoritarios organizaron una huelga general el 12 de diciembre-, Renzi dijo que una vez aprobada aquella ha llegado el momento de poner en marcha una política industrial "digna de ese nombre y, por norma, más sencilla".
Para que esas reformas prosperen, reconoció, será necesario sacar adelante también las reformas de la Justicia civil y del Fisco, con el fin de "llegar a tener ritmos europeos".
En materia de derechos civiles confirmó, sin precisar, su intención de actuar sobre las "uniones civiles", en alusión a una propuesta de reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo que se esperaba para el pasado septiembre y que su Gobierno todavía no ha detallado.
"Encontrar un punto de equilibrio no será un paseo, pero es nuestra obligación ante los electores", se limitó a decir Renzi, al que se le resiste la aprobación parlamentaria de muchas de las reformas que anunció nada más llegar al cargo.
Y como hizo al poco tiempo de asumir la jefatura del Gobierno, Renzi estableció plazos para sus promesas de cambio: en enero "iniciativas" sobre economía y finanzas, en febrero "le toca a la escuela", en marzo la "green act" (iniciativas relacionadas con la lucha contra el cambio climático) y en abril dijo que "será el mes de la cultura y de la Rai", la Radiotelevisión Italiana.
En mayo, agregó, "todos los focos (estarán) sobre la alimentación, la agricultura, el turismo, el 'Made in Italy': llega la Expo", dijo sobre la Exposición Universal que se inaugurará en Milán.
Finalmente, aseguró que en el mes de junio habrá medidas "sobre la liberalización" y que "antes del verano" se actuará en el ámbito del deporte, "con vista a la candidatura para (organizar) las Olimpiadas de 2024".