El primer ministro italiano, Matteo Renzi, subrayó hoy su coincidencia en la visión europea con el presidente francés, François Hollande, y afirmó que ambos tienen que cambiar Europa "juntos", lo que supone su "principal desafío en los próximos meses, en los próximos años".

Renzi, que compareció ante la prensa con Hollande al cabo de una reunión de algo más de dos horas en París, señaló que ambos tienen "un objetivo político común" que es reforzar la presencia de Europa para hacer frente al sentimiento de desconfianza en ella que manifiestan los ciudadanos.

"Cuanto más fuerte sea la presencia de Europa, mayor será la posibilidad de recuperarse económicamente, sobre todo para las capas más desfavorecidas", argumentó.

Hollande, por su parte, consideró que en la construcción europea "tenemos que centrar la próxima etapa en el empleo, en particular en el empleo de los jóvenes".

A su juicio "Europa debe ajustarse a las esperanzas de la gente", lo que significa "una Europa que dé seguridad", que garantice la libre circulación, "un espacio de libertad y democracia", pero también "que pueda dar esperanza" en el terreno económico.

Y a ese respecto, constató que en los casi dos años que lleva como presidente de Francia siempre ha encontrado en Italia - con los tres primeros ministros con los que ha tratado (Mario Monti, Enrico Letta y el propio Renzi)- "un socio para ir en la línea de esta Europa de crecimiento".

Y de cara a los comicios al Parlamento Europeo del próximo 25 de mayo, Hollande insistió en que "no hay que dejar que sean los populistas" los que dirijan el debate, y advirtió de que para llevar a cabo las reformas que considera pertinentes "los gobiernos solo podrán actuar en función de la composición" de la nueva Eurocámara.

Tanto el presidente francés como el primer ministro italiano reafirmaron su intención de respetar sus respectivos compromisos de déficit público al ser interrogados sobre la cuestión y sobre si pretenden cambiar el Pacto de Estabilidad que fija las reglas al respecto.

"Tenemos que respetar los compromisos que hemos adquirido con nuestros socios", sostuvo Hollande, que añadió que además de reducir el déficit "tenemos que dar más fuerza al crecimiento y al empleo".

Para conseguirlo, defendió que los países con superávit (en alusión a Alemania) deben utilizarlos para estimular su consumo. Y los otros, como Francia tienen que "mejorar la competitividad, porque así venderemos más y así tendremos más crecimiento y más empleo".