Tal como lo prometió en su minuto, el primer ministro de Japón, Naoto Kan, anunció que dejará su cargo a fines de agosto, en medio de las presiones de la oposición y de su propio partido, por la lentitud de respuesta ante la crisis nuclear generada tras la catástrofe ocurrida en la central de Fukushima.
El alejamiento de Kan se producirá una vez que se promulguen dos proyectos de ley claves: el que permite al gobierno emitir bonos para cubrir el déficit en el ejercicio actual y para financiar la reconstrucción del noreste de Japón; y el que promueve energías alternativas.
"Cuando se promulguen, nos prepararemos rápidamente para las elecciones presidenciales de Japón", dijo Kan en una sesión parlamentaria, según informó la agencia de noticias Kyodo News.
"Mi gabinete ha hecho lo que tenía que hacer y no me arrepiento", recalcó el jefe de gobierno, después de que el gobernante Partido Democrático (PD) y el opositor Partido Liberal Demócrata (PLD) acordaran aprobar estas leyes el 26 de agosto.
Naoto Kan, quien asumió el cargo en junio de 2010, sobrevivió a una moción de censura en el Parlamento a principios de junio, pero apuntó que renunciaría una vez que el gobierno hubiese encauzado la reconstrucción tras la catástrofe nuclear. El Partido opositor liberal espera poder elegir al sucesor del primer ministro.
El 11 de marzo la región fue severamente afectada por un terremoto y tsunami y la consecuente crisis nuclear, que dejó casi 15.700 muertos y más de 4.700 desaparecidos.