La Cámara Baja de Japón rechazó este jueves la moción de censura presentada por la oposición contra el primer ministro, Naoto Kan, por su gestión de la crisis desatada tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo pasado.
La moción, que de haber prosperado habría supuesto la caída del Gobierno de Kan, fue rechazada por 293 diputados, frente a 152 que la apoyaron.
Poco antes de celebrarse la votación, Kan anunció que dimitirá una vez esté encauzado el proceso de reconstrucción de las zonas asoladas por la catástrofe de marzo, aunque no ofreció ninguna fecha concreta.
La moción de censura la promovieron la principal formación de la oposición, el Partido Liberal Demócrata (PLD), y los minoritarios Nuevo Komeito y Sunrise Party, que argumentaron que el primer ministro ha perdido la credibilidad ante la población japonesa.
Inicialmente también mostraron su apoyo a la moción algunos diputados del gobernante Partido Demócrata (PD) que, a última hora, cambiaron de postura y decidieron respaldar a su líder, aunque sólo después de que se comprometiera públicamente a dimitir en el futuro.
El influyente Ichiro Ozawa, ex secretario general del PD y que había asegurado la víspera que votaría contra el jefe del Gobierno, finalmente se abstuvo.
Pese a haber superado la moción, Naoto Kan afronta con un partido dividido la peor crisis que atraviesa Japón desde la II Guerra Mundial, con una ingente tarea de reconstrucción en el noreste y una crisis nuclear todavía abierta en Fukushima.
Para la supervivencia política de Kan ha sido decisivo el apoyo del ex primer ministro Yukio Hatoyama, que votó contra la moción sólo tras intensas negociaciones con el jefe del Ejecutivo, que concluyeron con su compromiso de dejar su cargo en el futuro.
Según declaraciones de Hatoyama a la televisión pública NHK tras la votación, el primer ministro "no dejará pasar mucho tiempo" ante de presentar su dimisión.
Naoto Kan llegó al poder en junio del año pasado, después de que el propio Hatoyama dimitiera por una caída en picado de su popularidad.