Casi 45 años después de su descubrimiento y tras un viaje de más de 10 años y más de 400 millones de kilómetros, la sonda de la Agencia Espacial Europea (ESA), Rosetta, llegará mañana hasta el asteroide 67P/ Churiumov-Guerasimenko, para analizar su estructura y así obtener nuevas pistas sobre el origen del Sistema Solar.

Rosetta alcanzará este miércoles su máxima proximidad con el cometa -100 kilómetros- para luego orbitarlo y dejar caer en noviembre a Philae, un pequeño lander que aterrizará sobre su superficie para analizar su estructura y su composición química.

Los expertos sospechan que Churiumov-Guerasimenko está compuesto de polvo y hielo primordial, escombros del proceso de formación del Sistema Solar hace 4.600 millones de años.

Los científicos aseguran que los cometas contienen complejas moléculas de carbono que ayudaron a generar vida durante la formación de la Tierra, por lo que su análisis in situ permitirá conocer más detalles de ellos y sobre el origen de la vida en nuestro planeta.