Dos hombres dialogan en medio de la oscuridad. Una luz salida de ninguna parte se cuela para iluminarles las caras y lo que se ve son dos rostros magros, sudorosos, expresivos, pero opuestos. Uno sonríe. El otro es seriedad funesta. Uno luce más joven, al otro los años le han dado su merecido en la piel, las manos y la mirada. Ambos, sin embargo, hablan claro. Son dos visiones de la vida, imposibles de conciliar en un día, pero quizás con la posibilidad de la amistad al final de aquella ordalía que fueron los dos meses atrapados en la mina San José. Son Mario Sepúlveda y Luis Urzúa, encarnados en la película Los 33 por Antonio Banderas y Lou Diamond Phillips .

"¿Rescate? ¿Escuchas algo allá arriba? Tomó 100 años hacer este agujero en la tierra. ¿Crees que alguien va gastar dinero en rescatarnos?", increpa Luis Urzúa (Lou Diamond Phillips) a Mario Sepúlveda , mientras éste respira optimismo en medio de la desgracia. "Piensa lo que quieras. Ese es tu problema", le responde Sepúlveda, conocido para la posteridad como "Súper Mario". Nadie más habla en el refugio y desde ya se sabe que ambos son dos de los personajes centrales de la trama de Los 33. Las reveladoras escenas hablan de problemas, de rencillas, de trifulcas por el liderazgo y de personalidades fuertes en el socavón. A la larga, la historia y el planeta conocerían mucho más de las desventuras y aventuras de "Súper Mario", pero allá abajo lo que se muestra es un choque de voluntades.

Rodadas en las minas de Nemocón de Colombia,  las escenas que ayer se mostraron por primera vez a los medios nacionales e internacionales dan cuenta de un paisaje humano diverso y en tensión. Risas y llantos, latas de atún racionadas en 90 gramos para que cada uno coma, cajas de leche servidas con cuentagotas por Mario, en pequeños vasos plásticos, para llegar a fin de mes. También informan de Urzúa y Sepúlveda discutiendo por quien tiene la razón, pero también del primero emocionado hasta las lágrimas cuando después de todo asoma la cápsula Fénixpor una de las rocas dinamitadas desde abajo por losmineros.

El filme, que debería estrenarse a fin de año o principios del 2015, también indaga en las locuras pasajeras de los mineros. Ejemplo: el personaje del minero Darío Segovia, interpretado por Juan Pablo Raba, despierta gritando en mitad de la noche. A su ayuda llega José Henríquez (Marco Treviño), conocido al interior del grupo como El pastor. ¿Por qué el pastor? Porque es el hombre que se encarga de dar tranquilidad a los que la pierden.

"¿Cómo encontraste la paz?", pregunta Darío al Pastor. "Yo encontré la paz siguiendo los pasos de Cristo. Cuando dormía en las literas. Así la encontré hijo", le responde susurrante. Luego lo induce a rezar un Padre Nuestro.

LAS HORAS DEL RESCATE

De la misma manera que las imágenes exhibidas ayer mostraban la amargura del encierro, también hay tomas que cuentan los momentos de la apertura de cuando ya los mineros saben que serán rescatados próximamente. Hay júbilo, bromas y cuestiones inexplicables. Una en particular no la puede justificar ni el propio "Súper Mario": sus compañeros se enteran leyendo el diario que él ha negociado ciertos derechos para un libro. "¿De qué libro hablan los diarios?", es la pregunta de los mineros. Luego empiezan a cuestionar a Sepúlveda, acorralándolo, buscando que dé una explicación. No hay muchas que dar.

Otros alardean con la eventual fama que les llegará de manos de la inminente salida "¿Qué fama puede haber? Yo fui famoso y miren ahora como estoy?", dice desde una esquina el personaje a cargo de Alejandro Goic, el ex futbolista Franklin Lobos, ahora dedicado a los piques mineros.

Película definida por el productor Mike Medavoy como "grande y hecha con los mejores técnicos del mundo", Los 33 incorporará en su banda sonora dos canciones de Elvis Presley cantadas por el minero Edison Peña. ¿Alguien se acuerda de Peña? Era aquel que imitaba al rey del rock en cada show que lo requería, incluyendo el de David Letterman en EE.UU.