Las primeras pruebas de ADN de los hijos adoptivos de la propietaria del grupo multimedios Clarín, en Argentina, Ernestina Herrera de Noble, dieron negativo con dos familias querellantes, en una causa que busca establecer si, Felipe y Marcela Noble Herrera, fueron arrebatados ilegalmente durante la dictadura militar (1976-1983), según detalló la agencia estatal Télam.

La causa tiene un gran impacto político en medio de la feroz pelea que desde hace años mantienen el grupo y el gobierno de la Presidenta Cristina Fernández, que en los comicios de octubre buscará un nuevo mandato de cuatro años.

Las muestras de ADN de Felipe y Marcela, que fueron tomadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand, deberán ser cotejadas ahora con las pruebas de al menos 20 familias más, dijeron fuentes vinculadas al caso. Ahora corresponde comparar con los casos registrados entre 1975 y 1976.

Los hijos de Herrera anunciaron sorpresivamente el mes pasado su decisión de someterse a las pruebas de ADN, tras negarse por años a realizar los exámenes.

FAMILIAS QUERELLANTES
Las dos familias querellantes, con las que se comparó el ADN de los Nobel Herrera, se presentaron en la causa tras la denuncia de las Abuelas de Plaza de Mayo con la sospecha de que Marcela, en el caso Lanoscou-Miranda, podría ser Matilde, la guagua robada el 3 de setiembre de 1976 de la casa de sus padres durante un ataque en el que fueron asesinados ambos, Roberto Lanuscou y Barbara Miranda, y sus otros dos hijos, Roberto y Barbarita, de 4 y 6 años.

Los Gualdero-García buscan a su nieto, un lactante nacido después de que su mamá, María del Carmen Gualdero, fuera secuestrada el 8 de junio de 1976 a punto de dar a luz mientras que su papá, Ernesto García, había sido asesinado en 1975.