Dos de las cuatro hijas del rey Abdalá de Arabia Saudita que denunciaron en marzo estar retenidas por su padre colgaron esta semana un vídeo en Youtube en el que piden a la comunidad internacional auxilio para ser liberadas.
Sahar Bint Abdalá al Saud, ataviada con un hiyab (velo que cubre el cabello) denuncia que el rey y sus medio hermanos Mutaib y Abdelaziz las están privando desde hace más de una década de comida y agua: "estamos destilando agua de mar y comiendo comida caducada".
Además, critica que "el mundo entero esté viendo lo que está pasando y esté esperando a que algún tipo de tragedia suceda".
La otra hermana presente en el vídeo, Yawaher, demanda a las organizaciones de derechos humanos, Naciones Unidas, activistas, líderes y gobiernos que "vengan y vean por ellos mismos el acto criminal que se está cometiendo aquí, en esta casa" y que las liberen inmediatamente.
Yawaher continúa su alocución y acusa a la comunidad internacional de ser "responsable y cómplice del rey saudita y sus hijos en este acto criminal".
Según Sahar, la Cruz Roja mandó un escrito a la Media Luna Saudita para que hiciera algo al respecto, pero no obtuvo ninguna respuesta, según ella, porque el presidente de esa organización es su medio hermano Faisal Bin Abdalá.
"No aceptamos el argumento de que sea una disputa familiar. No puedes tener a tus hijas secuestradas y llamarlo disputa familiar, negándoles derechos humanos, comida, agua, el derecho a vivir o a moverse", defiende Sahar.
Su hermana, se muestra de acuerdo y lanza de nuevo una acusación a la comunidad internacional: "no es un tema familiar. Es un acto criminal que se está cometiendo delante de todo el mundo, que muestra su acuerdo con el rey de Arabia Saudí y sus hijos".
Por su parte, Sahar asegura que no van a detenerse en sus demandas y que utilizarán para ello Internet, cuyo acceso les permiten, según ella, para desacreditarlas.
"No vamos a parar hasta que estemos fuera de esta casa, no nos podéis dejar aquí con estos criminales", sentencia Yawaher.
Sahar y Yawaher Bint Abdalá al Saud denunciaron el pasado mes de marzo ser prisioneras de su propio padre, el rey Abdalá bin Abdelaziz, al que acusan de tenerlas encerradas desde hace 13 años, junto a otras dos hermanas, en dos casas en el interior del palacio real de la ciudad de Yeda.