La pasión por el fútbol es tan intensa en Brasil, el anfitrión de la Copa Mundial de Fútbol, que incluso los principales puertos de la potencia exportadora de materias primas están interrumpiendo sus actividades cuando juega el equipo local.
En Paranaguá, el segundo mayor puerto exportador de soja de Brasil, el sindicato negoció una norma que permite a los trabajadores portuarios interrumpir su trabajo una hora antes de los partidos y retomarlo una hora después, un total de casi cuatro horas para ver jugar a la selección brasileña.
"Esto no tiene precedentes", dijo la representante de prensa del puerto, Samar Razzak, quien agregó que el puerto suele operar incluso durante las fiestas de Año Nuevo y Navidad.
Brasil, exportador clave de soja, azúcar y café, no ha sido sede de una Copa Mundial desde 1950.
El acuerdo en Paranaguá se aplica a los partidos de Brasil durante la fase de grupos, incluyendo el encuentro de la selección local contra Camerún la tarde del lunes, dijo Razzak.
Si Brasil avanza a la ronda siguiente del campeonato, que comienza el 28 de junio y termina el 13 de julio, es probable que se establezca una nueva disposición, dijo la representante.
En Santos, el puerto que representa el 25% del comercio naviero de Brasil, cada operador de terminal decide lo que se hará durante los partidos del equipo local, dijo un portavoz.
Durante los dos partidos anteriores de Brasil el 12 de junio y el 17 de junio, la mayoría de las terminales detuvieron sus actividades por dos horas durante los partidos y reanudaron sus operaciones poco después, agregó el portavoz.