El príncipe Harry de Inglaterra, tercero  en la línea de sucesión a la Corona británica, cumplió hoy 25  años y se hizo multimillonario, al heredar nueve millones de  libras esterlinas (unos 15 millones de dólares) de su madre, la  fallecida Lady Di.

El nieto de la reina Isabel II, que regresó con su ex pareja,  la zimbabwense Chelsy Davy, pasó el día en sus prácticas de  entrenamiento en la base de la Royal Air Force (RAF) en la  Shawbury, condado inglés de Shropshire, donde se prepara para  ser piloto de helicópteros.

Harry podrá cobrar a partir de hoy parte de la herencia  dejada por la princesa Diana, fallecida en 1997 en un accidente  automovilístico en París.

Sin embargo, fuentes reales informaron hoy que por el momento  el príncipe "no tocará el dinero".

Junto a su hermano, el príncipe William, Harry recibió los 15  millones de dólares de la herencia de Lady Di.

Diana contaba con una fortuna valuada en 35 millones de  dólares, compuesta por acciones en la Bolsa, joyas, vestidos y  objetos personales en el Palacio de Kenisngton, pero más de 13,2  millones fueron pagados en impuestos. El total del dinero  restante fue dividido entre sus dos hijos.

De todos modos, la cantidad de dinero total habría crecido  sustancialmente debido a los intereses bancarios adquiridos en  12 años. Se desconoce cuál ha sido el efecto de la crisis  económica mundial en dicha suma.

Harry busca graduarse de piloto de helicópteros del Army Air  Corps, y actualmente como lugarteniente de la Armada británica  percibe un salario de unos 50.000 dólares anuales.

El príncipe logró transformar su imagen pública en los  últimos años, de joven rebelde y amante de las salidas  nocturnas, a un dedicado miembro de las Fuerzas Armadas.

En 2005, el nieto de la monarca provocó una polémica  internacional al disfrazarse con un uniforme nazi en una fiesta  de amigos. Un año después, fue centro de un escándalo por  consumo de marihuana, como también por varias golpizas con  fotógrafos fuera de discotecas.

Pero tras servir durante 10 semanas en Afganistán, Harry  logró modificar su imagen pública y recibir una atención de la  prensa más positiva al llevar una vida más tranquila.