El príncipe Harry jugó hoy vóleibol playa y rugby con jóvenes de Río de Janeiro y participó en una carrera de atletismo, eventos deportivos que forman parte de su agenda durante una visita de tres días a Brasil.
El tercero en la línea de sucesión de la corona británica comenzó la jornada en una carrera en el Aterro de Flamengo, un inmenso parque que bordea la bahía de Guanabara, y donde Enrique dio el banderazo de salida y corrió junto a los atletas aficionados que disputaron la prueba.
La carrera "Sport Relief", de 1,6 kilómetros, reunió niños y jóvenes de organizaciones no gubernamentales, además de estudiantes y deportistas paralímpicos, al igual que algunos deportistas que estarán en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Harry llegó escoltado por una caravana de diez vehículos y después de terminar la carrera, sudando y bebiendo agua, intercambió palabras con los participantes.
Tras esta prueba, recibió enseñanzas de vóleibol playa, a cargo de los ex jugadores brasileños de la modalidad, como Adriana Behar, Jaqueline, Carla y Pará, y participó de un partido de exhibición junto a niños y jóvenes del proyecto social Viva Volei, liderado por los ex deportistas.
El interés de Harry por el vóleibol playa obedece a que en los próximos Juegos Olímpicos de Londres esa disciplina se disputará en un escenario muy cercano al Palacio Real.
Harry participó del partido luciendo un pantalón deportivo negro y una camiseta de la selección brasileña de fútbol con el número "11", que tiene como dueño en el equipo nacional al astro Neymar.
El príncipe pasó luego a profesor de rugby, deporte que practica con frecuencia en su país y sobre el que compartió algunas enseñanzas con los jóvenes del proyecto "Río Rugbi".
Después de los actos del príncipe, autoridades de los dos países firmaron una carta conjunta dirigida al Comité Olímpico Internacional (COI), en la que piden que en el futuro los Juegos Escolares formen parte del programa olímpico para fomentar el deporte en los niños desde temprana edad. El documento fue firmado por el ministro brasileño de Deportes, Aldo Rebelo, y su homólogo británico, Jeremy Hunt.
Anoche Harry fue recibido por bailarines de una escuela de samba de Río de Janeiro en el cerro Pao de Azúcar, adonde acudió para lanzar una campaña mundial de promoción del Reino Unido en el exterior.
La campaña "Great" busca optimizar el potencial económico de Reino Unido a través de los grandes eventos que albergará este año, como los Juegos Olímpicos de Londres y el Jubileo de Diamante de la Reina Isabel II.
La visita del príncipe tiene también como objetivo ampliar las relaciones del Reino Unido con Brasil.
El hijo menor del príncipe Carlos visitará también este sábado la favela Complexo do Alemao de donde hace más de un año las fuerzas del orden expulsaron a los traficantes de drogas que durante años dominaron el sector.
El príncipe Harry cerrará sus actividades en Brasil el domingo, día en que disputará en la ciudad de Campinas, a 100 kilómetros de Sao Paulo, un partido de polo de la Copa Sentebale Royal, creada el año pasado para recaudar fondos para los huérfanos y niños en situación vulnerable de Lesoto.
El heredero británico liderará el equipo Sentebale, que jugará con el St. Regis, encabezado por el jugador argentino Nacho Figueiras.