El príncipe Harry anunció que en junio se dará de baja en el Ejército británico tras diez años de servicio, durante los cuales combatió dos veces en el frente en Afganistán.
A sus 30 años, declaró que la decisión de poner punto final a la carrera militar ha sido "muy difícil tras diez años de servicio", pero ahora tiene la atención puesta en otros desafíos.
"Estoy estudiando las opciones que se me presentan en el futuro y estoy realmente entusiasmado con las posibilidades", declaró en un comunicado difundido desde su residencia oficial de Kensington Palace.
Esta decisión ha sido una sorpresa para numerosos observadores de la realeza británica, porque el príncipe parecía vivir un sueño de niño y satisfecho con su vida castrense.
Cuarto en el orden sucesorio del trono británico y pronto el quinto tras el nacimiento del segundo hijo de su hermano Guillermo, en abril, el príncipe Harry terminará la parte militar de su vida tras su misión de un mes con las fuerzas de defensa australianas en abril y mayo.
Tras ese período en el ejército australiano, el príncipe Enroque efectuará una visita oficial a Nueva Zelanda y un voluntariado en el ámbito medioambiental en el África subsahariana.
Antes de fin de año, empezará otro voluntariado en el marco del programa del Ministerio de Defensa británico, de rehabilitación de personas heridas o enfermas.
Diplomado en la célebre academia militar de Sandhurst, ha servido dos veces en Afganistán, primero con las tropas terrestres y luego como copiloto artillero de helicóptero de combate.