Hoy se llevaron a cabo en Palma de Mallorca los funerales de los agentes de la Guardia Civil española que murieron ayer tras un atentado atribuido a ETA, mientras que las autoridades elevaron el nivel de alerta por temor a nuevos ataques.

Los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, presidieron la ceremonia en la catedral de Palma de Mallorca.

Al funeral, que comenzó a las 13:00 horas (07:00 hora en Chile), asistieron también las infantas Elena y Sofía, autoridades y destacadas personalidades de la política, entre ellas los ministros del Interior y Defensa, Alfredo Rubalcaba y Carme Chacón; el jefe del gobierno regional vasco, el socialista Patxi López; el presidente del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, y el Presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Más de dos millares de personas se congregaron en la catedral a la llegada de los féretros de los guardias civiles, Carlos Sáenz de Tejada García y Diego Salva Lezaun, de 28 y 27 años. Una ovación cerrada acompañó la entrada de los ataúdes.

Horas antes del acto religioso, Zapatero condecoró a los dos agentes muertos con la Cruz de Oro al mérito de la Guardia Civil, la distinción más alta del instituto armado.

Acompañado por Rajoy, Zapatero se desplazó a primera hora de la mañana a Palma de Mallorca para acudir a la capilla ardiente de los agentes, instalada en el Palacio de la Almudaina, y expresar su solidaridad a las familias. Por ella habían pasado ya antes las infantas Elena y Cristina.

Por "respeto" a los fallecidos, ambos líders políticos suspendieron su agenda para hoy, si bien el jefe del Ejecutivo regresó a Madrid antes del funeral para poder participar en el Consejo de Ministros de los viernes, que hoy fue retrasado con motivo de su desplazamiento a Mallorca. Rajoy sí asistió al funeral por los dos agentes.

"Quiero condenar los atentados con más fuerza que en el pasado y con nueva determinación", dijo Zapatero, quien sostuvo ayer que los atacantes "no tienen ninguna posibilidad de esconderse, no pueden escapar, no pueden evitar a la justicia, serán arrestados y condenados y pasarán el resto de la vida en prisión".

Como demuestran los arrestos de los meses anteriores, "este es el camino que seguiremos tomando", indicó.

Consultado sobre la situación de seguridad,  explicó que "el gobierno dio la orden a las fuerzas de seguridad de mantener el alerta máxima, de redoblar los esfuerzos para proteger a la población".

Los dos guardias civiles murieron el jueves en el segundo atentado de ETA en 34 horas, ocurrido poco antes de que hoy se cumplieran 50 años de la fundación del grupo armado. La organización separatista armada hizo estallar una bomba junto al cuartel de la Guardia Civil de Palmanova, en el municipio de Calvià, una de las zonas más turísticas de la isla, que estos días se encuentra llena de turistas.

En la madrugada del miércoles, ETA intentó una matanza en la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, junto a la que colocó una furgoneta bomba que dejó 65 heridos leves.

ETA ha matado a 858 personas desde su fundación, en su pretensión de lograr la independencia del País Vasco del resto de España.