De manera silenciosa, el Partido Progresista (PRO) ha continuado las conversaciones -la gran mayoría informales- para sellar un acuerdo parlamentario con la Nueva Mayoría.
La piedra de tope -sin embargo- continúa siendo la candidatura presidencial de Marco Enríquez-Ominami, que desde su partido han calificado de "intransable" en las distintas bilaterales sostenidas.
Esta semana, el presidente del PRO, Camilo Lagos, se reunió con representantes del PPD, entre ellos su timonel, Gonzalo Navarrete, para que se sumen al entusiasmo por un entendimiento que ya cuenta con la venia del Partido Comunista.
Según quienes conocen las tratativas, la candidatura de ME-O, quien insiste en levantar una nueva postulación a La Moneda, fue uno de los temas abordados entre el PRO y el PPD. Estos últimos han sugerido que para destrabar las conversaciones se comenzara a preparar la "bajada" del ex diputado díscolo de la carrera presidencial a cambio de un cupo en el Senado. Incluso, se ha llegado a sugerir que ME-O compita en la V Región bajo el paraguas de la Nueva Mayoría.
Pero la propuesta -de carácter informal- ha sido tajantemente desestimada por el PRO.
En el oficialismo se sostiene que llegar a un acuerdo con la colectividad de Enríquez-Ominami y que éste mantenga sus aspiraciones presidenciales es inviable, ya que no puede existir un trato distinto a ese partido del que se ha exigido a la DC.
En la DC se ha insistido en sellar un acuerdo parlamentario con el resto de la Nueva Mayoría, pese a la decisión de llevar a Carolina Goic a la primera vuelta presidencial. Una fórmula que es rechazada en el resto de la coalición oficialista.