La inminente erupción del volcán Bardarbunga, en Islandia, tiene en vilo a las aerolíneas que circulan por el Atlántico Norte, porque se enfrentarían a poco más de cuatro años a una segunda crisis aérea. La primera la provocó el Eyjafjallajokull, también del mismo país, cuya columna de cenizas obligó a cerrar el espacio aéreo de la región por seis días, en 2010.

La erupción del Eyjafjallajokull también significó que 10 millones de pasajeros quedaran varados, que se anularan más de 100.000 vuelos y pérdidas por 1.700 millones de dólares para las compañías aéreas.

El lunes, la Oficina de Meteorología de Islandia elevó el nivel de riesgo para la industria aérea por la posibilidad de una erupción a "naranja", el cuarto nivel en una escala de cinco, después de confirmar el movimiento de magma a menos de 10 kilómetros de la superficie. Pese a ello, todavía es imposible determinar si finalmente entrará en erupción, como explicó Martin Hensch, sismólogo de esta institución. "Todavía es imposible decir si el volcán entrará en erupción, por el simple hecho de que no podemos predecir cómo se desarrollarán los acontecimientos en las próximas horas o días", dijo el experto.

Pese a ello, algunas de las principales aerolíneas del mundo, como Air France, Lufthansa, Delta Air Lines, American Airlines y United Airlines  miran el nuevo fenómeno con atención, por el  peligro que significa volar en medio de cenizas volcánicas, lo que, tal como ocurrió en 2010, las obligaría inevitablemente a buscar nuevas rutas, según la agencia Bloomberg.

Helane Becker, analista de aviación de Cowen & Co,  empresa con sede en Nueva York, explicó en una carta a los clientes de esta firma de inversiones, que hasta ahora "las líneas aéreas europeas tienen la mayoría de la exposición", pero que todavía es difícil conocer el impacto que tendría una eventual erupción del volcán Bardarbunga.

EVACUACIÓN

Ayer, las autoridades de Islandia completaron una evacuación preventiva de 70 turistas que se encontraban en el una zona de riesgo al interior del Parque Nacional Vatnajökull, donde se ubica el volcán. "Tenemos un plan para este tipo de situaciones y con ayuda de la Cruz Roja pudimos llevar a la gente a un lugar seguro", dijo Hjörleifur Finnsson, gerente del lugar.

Según reportes,  la noche del lunes se registraron 2.600 movimientos sísmicos relacionados a la actividad volcánica. El más fuerte alcanzó una magnitud de 4,5 en la escala Richter.

En Islandia, donde viven unos 317.000 habitantes, hay activos unos 30 volcanes y casi cada cinco años se registra una erupción.  El Bardarbunga se ubica bajo el glaciar Vatnajökull, por lo que se estima que provocaría, además de ceniza,  el derretimiento de hielos e inundaciones.